María Teresa Espasa |
Memoria de los días es uno de esos libros que te gusta leer sentado en un sofá con la música estridente de los petardos de Fallas o el runrún del tren cuando viajas rumbo a Burriana para visitar a una madre ausente. Es un poemario lleno de luz y de encanto en el que se viaja entre sus versos y palabras con una tranquila sensación de estar recorriendo un pensamiento dúctil y acariciador, sensible y amistoso. Alberto Torés, prologuista, dice textualmente: “(…) estamos ante un a escritura genuina que rastrea en una caverna de sueños o en las imágenes vacías de los espejos”. Es un vacío lleno de claridad.
La antología consta de 99 poemas que la autora especifica pertenecer a casi todos sus libros. Y sus libros y poemas son tantos que su enumeración ocuparía varias páginas. Incluida en más de diez antologías, autora de otras cuatro, homenajeada, galardonada en numerosos certámenes literarios, creadora de La Buhardilla y de programas de difusión de la poesía en colaboración con El Corte Inglés, es una persona extraordinaria que aquí, en esta obra, nos sorprende gratamente. Por referirme sólo a algunos versos y por el vértigo de la atracción de Manhattan destaco los siguientes con motivo de su vista al MOMA:
Unas manos casi huecas
se extienden entonces hacia mí
entregándome a decenas
cestos de rosas amarillas.
Y en AMANECER…:
Despertar entre el susurro de tu voz
y el acero de tus brazos,
sin palabras que enturbien el amor,
aunque atormente la duda.
La enhorabuena a María Teresa y a los que tengáis la suerte de disfrutar con la lectura de esta cuidada antología.
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