lunes, 27 de abril de 2020

HOY ROSA MARÍA VILARROIG COLOMÉ


PIRÁMIDE DEL SUEÑO

P
irámide del sueño
en tus brazos de cumbre
monedas y metáforas,
retazos de vehemencia,
cisnes boreales inundan la constelación
de esferas.

Dulce color azul, el cielo aguarda
en día y noche requeridos.
De la bóveda azul,
dulce color irisado. Embriagador Jacinto
dimanado del verso
confirma la plástica
clara del silencio.

Dulce color hermoso del alma de la ausencia,
de la alquimia rezumada en noche
para un corazón  poliédrico.
(Pirámide del sueño, 2013)

jueves, 23 de abril de 2020

MAGDA VILLARROYA: POEMARIO "LAS SIETE DE LA TARDE" (OLÉIBROS, 2019)




MÁS ALLÁ
Te siento en mi piel
y en mi alma que se eriza
al recordarte más allá del tiempo.
Y de la vida. Más allá.

Y me rindo cuando no estás,
me entrego a mi dios de la inexistencia
que grita aunque no habla.
Y me traspasa su dulce néctar.

Eres aire, algo irreal,
mi dicha y mi pena, mi dios y mi llanto.
Mi lucha en la vida.
Eres un ente, una incerteza, un mago.
Mi ente. Mi mago. Mi incerteza.
                                                          
Vientos que me traen tu aroma,
brillantes lunas,
cálidos mensajes
sin botella.

Salmos irreverentes que se cantan
a través de las estrellas,
ondas de amor
que me llegan desde aras incandescentes.

Que me alteran y me calman,
y me llenan de impaciencia.
Que me alejan y me atraen,
y me desvelan.

Sea.

martes, 21 de abril de 2020

MAR BUSQUETS-MATAIX: ESTÁN TRISTES PORQUE SABEN DEMASIADO

(Foto de José Luis Vila)

Están tristes por eso, porque saben demasiado
Norbrandt

Están tristes porque saben demasiado,
aunque no todo;
es una manera de tristeza racional,
digamos que afectada,
en la que cada quien se lamenta
con un lenguaje heredado
de lo difícil que es
vivir pegados a la desesperanza
de esa idea  artificiosa,
que nos mantiene cautivos,
pero no cautivados.
Por eso, porque saben demasiado,
ahora creen vivir la vida con mayor plenitud;
no es porque sepan que  van a morir
no es porque sepan que un solo Dios les esperará
al otro lado del río,
sino porque a pesar del esfuerzo
de saber demasiado,
nunca será lo suficiente.

domingo, 19 de abril de 2020

Magda Olivero - Io son l'umile ancella (1965 live)

JUAN LUIS BEDINS: HUMO EN EL CUERPO


Humo del cuerpo
en un extenso sobrevivir
de amaneceres,
turbio retazo de pasiones,
pinturas ya amarillas
en el corredor de la tarde.
Paseos por los hundidos bosques
de recuerdos,
aquellas mecedoras,
los muros agrietados.
Tus palabras:
pídeme la noche y te la traigo.

sábado, 18 de abril de 2020

EL COVID-19 Y EL CORAZÓN DEL ROBLE MILENARIO


EL COVID-19 Y EL CORAZÓN DEL ROBLE MILENARIO

En el siglo XIX los valencianos sufrieron una grave epidemia de cólera que se inició en la India en 1817. Diecisiete años más tarde aparece en Valencia y se establece hasta 1885, año de gran actividad en el que murieron unas 5000 personas a razón de unas 300 diarias en los periodos de mayor intensidad. El número de fallecidos en la capital ascendió al 3,66% de la población total. En 1865, como nota anecdótica, causó la muerte de los padres de Joaquín Sorolla.
            La humanidad desde siempre ha sufrido multitud de pandemias. Algunas de consecuencias apocalípticas. De gran mortalidad han sido las de la viruela, sarampión, el sida, la “gripe española” de 1918 o la de la “peste negra” del siglo XIV.
          Ahora tenemos la del COVID-19, sin duda global, aunque difícil será que alcance cifras similares a las referidas. No tenemos más remedio que esperar, tener paciencia y confiar en que los científicos encuentren la vacuna y acaben con ella. Mientras, el corazón seguirá en el tronco del roble milenario, aunque borrosos sus perfiles y sin flecha.


ROBLE MILENARIO

Dibujado en tu piel el corazón
cuando juntos quisimos
firmar un compromiso
que borrar no ha podido todavía
la lluvia compasiva,
nos hace recordar que hubo otro tiempo
en que el sol y la luna eran el testimonio
de un amor para siempre.

Esclavo y fatigado el viejo roble
se asoma al terraplén
de la añorada rambla,
que contempló caudales de alegría
hilando en sus rodados cantos
los besos del pasado imperceptibles.

Hoy veo el roble, su amargura
por tanto viento y trazos que le hirieron.
Y esta vez su lamento
de derrota purísima
se acerca a mis sentidos,
mientras el corazón, borrosos sus perfiles,
sin flecha y muy cansado,
hendido entre los surcos
con pena nos contempla.

(Después del amor, Olélibros, 2018)

viernes, 17 de abril de 2020

JAIME SILES: HIMNO A VENUS

(Foto de José Luis Vila)

HIMNO A VENUS

Amor bajo las jarcias de un velero,
amor en los jardines luminosos,
amor en los andenes peligrosos
y amor en los crepúsculos de enero.
Amor a treinta grados bajo cero,
amor en terciopelos procelosos,
amor en los expresos presurosos
y amor en los océanos de acero.
Amor en las cenizas de la noche,
amor en un combate de carmines,
amor en los asientos de algún coche,
amor en las butacas de los cines.
Amor, en las hebillas de tu broche,
gimen gemas de jades y jazmines.

                                                                               Semáforos, Semáforos, 1990.

jueves, 16 de abril de 2020

LUCAS LUNA: CARTA DE AMOR DE ÁNGELES A JORGE, HIJO DE LUCAS



UNA SEMANA SIN TI


Ahora, de nuevo, una semana más sin ti.
Había imaginado tantos planes… Pensaba que podríamos salir juntos y pasear por la orilla del mar, por aquellas playas donde tanto nos quisimos, pero las circunstancias, las malditas circunstancias…    
Aprovecharé mi soledad para recordar los primeros días de nuestro amor; aquellas horas en las que nos mirábamos sin vernos y nos hablábamos sin oírnos, en las que las caricias vagaban por el aire ajenas al tiempo.
Quiero vernos proyectados hacia atrás, con nuestro amor reflejado en las coordenadas del espacio, del recuerdo… Será como volver a leer un poema que nos emocionó, con el temor de que fuera el último; como viajar de nuevo al otro lado del universo donde teníamos las estrellas a nuestro alcance, con la esperanza y el deseo de que el tiempo corriera veloz para volver a estar contigo.
Me invade la soledad, y la melancolía me hace daño. Es como si algo me faltara, como si fuera imposible respirar lejos de ti. Esperaré con ansia tu regreso.
Me gustaría dormirme ahora y que al despertar tuviera mis manos entre las tuyas y que el calor de las sábanas nos arrullase. Quiero vivir intensamente estos momentos, tenerte más cerca en tu ausencia, porque también son momentos únicos e irrepetibles para sentirte, aunque me haga sufrir.
No me es posible alejarte de mi mente. Te llevo siempre conmigo y no puedo relajarme ni un momento. Nada me puede distraer si tú estás lejos. Tu presencia forma parte de mi presencia y necesito el alivio de tus caricias.
Si yo fuese una persona libre, ¡LIBRE! Sólo libre; y si, siendo libre, fuese tu amante, iría hacia ti inexorablemente ahora mismo, en este momento de soledad, de silencio nocturno. Estaría yendo hacia ti…; pero tengo que quedarme inmóvil. Nada puedo hacer más allá de la espera.
Por eso, ante la imposibilidad de verte, de sentirte a mi lado y comunicarme contigo, mi imaginación me presenta tus abrazos y tiembla todo mi cuerpo ante tu dulce mirada, como si notara el calor de tu contacto… Y tus palabras tan bajitas que, a veces, casi no entiendo, aunque oiga su rumor; tu ternura envolviéndome y aislándome de todo.
Ante la imposibilidad de tenerte, ahora que te sueño, me invento tus caricias, tus manos se vuelven tiernas, hábiles y hasta me vence el sudor y el cansancio. Me tengo que duchar para lavar mis pensamientos. Me siento como si pecara contigo.
Siempre me dices que lo que más te gusta de mí es el recato y la timidez, pero si hace unos instantes hubieras estado a mi lado, no habrías encontrado resistencia alguna. Mi cuerpo, como rosa sedienta de tus sueños, umbral de mi puerta abierta, ofrecido en una pira amorosa, ardía con la fuerza sublime de la pasión, como algo irrealizable, todo tensión, todo afán, todo anhelo. Como el último sacrilegio de la locura.

martes, 14 de abril de 2020

COVID-19


COVID-19 (Alias coronavirus)

Son las 08:35, acabo de ordenar las cosas de la cocina y de desayunar, y se me ocurre abrir el móvil. Si pedir nada, aparece en la pantalla “Directo (en rojo) Coronavirus (en aul): (…) noticias de última hora Illa confirma que ya se ha alcanzado el pico de la epidemia”. Abro el vídeo que se me ofrece y el señor ministro de sanidad me informa de que ya se ha alcanzado el pico de la pandemia, 17.484, y se hace referencia a que es la cifra del lunes. Intrigado, abro el ordenador y la estadística del periódico El País, que es la que consulto habitualmente, nos dice que los muertos son 17.484. La misma cantidad, y hoy es martes.
            Hasta aquí todo puede parecer normal. Lo único, y no es poco, que me llama la atención es que yo no he buscado esa información y me pregunto: ¿quién la ha puesto en la pantalla de mi móvil cuando la costumbre que tengo es la de poner música y caminar por la casa escuchando ópera, rancheras o tangos? ¿Cómo se han atrevido y por qué etc., etc.? ¿No me pueden dejar tranquilo y que sea yo quien elija lo que me interese? Desde que me limitan la posibilidad de compartir informaciones por WhatsApp a una sola (aunque de una en una se pueden compartir como se quiera, al menos hasta ahora) pienso: “¿hasta qué extremo estoy controlado? ¿Por qué no me dejan tranquilo de una vez?”. En fin, la manipulación, que es inevitable y que siempre ha sido aperitivo preferido de los poderes públicos, privados y personales, parece que en estos momentos vaya en aumento.
            Pero vayamos al grano: ¿Sabe alguien qué está pasando con el COVID-19? Y lo que es más difícil: ¿Sabe alguien lo que pasará mañana, dentro de unos minutos? ¿Por qué ese empeño en asegurarnos esto y lo otro, que lo blanco será negro dentro de unos días… ¿Dónde está a verdad? Y todo el mundo, hasta los más ignorantes, pretende darnos información de lo que va a pasar. ¿Por  qué no nos dejan tranquilos y se dedican de verdad a estudiar la evolución de la pandemia y se esfuerzan a encontrar los medicamento y estrategias necesarias para vencerla? ¿No sería mejor que nos dejaran tranquilos mientras los investigadores cualificados y  políticos de verdad se dedicaran a resolver el asunto sin crear tantas dudas e incertidumbre?
            Amigos, ya escribo demasiado, pero en España, si hay 17.489 muertos por el COVID-19, tenemos la tasa porcentual MÁS ALTA DEL MUNDO. Basta con hacer una regla de tres considerando la población del país en 47 millones. Y eso sí que es una cifra alarmante después de más de un mes de confinamiento.
            Gracias por vuestra paciencia. Y permitid que acabe de aburriros con un poema. A mí me permite comprobar que sigo vivo recordando aquella pasión de los primeros años de juventud. Un fuerte abrazo a todos.


PRIMERA PASIÓN

Cuando escapa el amor a las palabras.

El sol que se refleja en la pared
resaltando las sombras y perfiles,
está pintando un cuadro en mis recuerdos.

Los visillos impiden que la luz
ilumine la estancia de mis dudas
sin saber qué color haya que darle
ni qué mano templar para pintarlas.

Porque el amor empieza al terminar
la primera pasión, algo enfermiza,
que llena la razón de sinrazones.

lunes, 13 de abril de 2020

JOAQUÍN JUAN PENALVA: LA ÚLTIMA CARGA DE ERROL FLYNN

(FOTO DE JOSÉ LUIS VILA)

LA ÚLTIMA CARGA DE ERROL FLYNN

Por el Valle de la Muerte
cabalgaba Geoffrey Vickers.
¡Adelante, Robin Hood!
Cañones a su derecha,
cañones a su izquierda,
Errol Flynn desciende
por el balcón de Lady Marian.
¡Adelante, brigada ligera,
el capitán Blood acaba de partir!

sábado, 11 de abril de 2020

CLIVIAS



CLIVIAS

¿Te gustan las clivias? Yo tengo tres macetas en mi terraza y cuatro flores en este instante. Hace unos seis años recogí del patio de la casa de mi madre en Castellón una maceta que me habían dejado para mí, con dos matas de Clivia secas y a punto de morirse. Las trasplanté y hoy tengo tres macetas lozanas con más de seis brotes maravillosos. El año pasado dieron una flor por primera vez y este ya tengo cuatro. Son la alegría de la terraza y puedo estar contemplándolas todo el tiempo que necesite. Encierran en sus pétalos la belleza-compendio de la vida natural y un color vivo y expresivo. Solo les falta hablar. Las cuido todo lo que sé y les pongo música, aunque pienso que realmente me la pongo a mí. La música es uno de los entretenimientos —música, lectura y escribir— que me acompañan en los días de este encierro. También hablo con mis hijos, nietos y amigos, y utilizo el correo electrónico. Ya veis qué fácil me resulta enrollarme. Así que voy a cortar y desearos que lo paséis todo lo bien que podáis en esta clausura forzada y que tengáis paciencia para esperar los amaneceres que todavía nos esperan. Me despido, pues, con un poema de mi último poemario esperando que os guste. Un abrazo.

NI

Ni mares de quimeras en tus ojos
        Ni serenos susurros de princesa
             Ni tu falso zureo de paloma
                  Ni tu pecho cubierto de guirnaldas
            Ni la extraña alegría de tu risa
       Ni tu caricia al filo de la noche
Ni sonetos de amor en primavera

      No, ¡por favor!

                            ¡Esta noche no!

viernes, 10 de abril de 2020

PILAR BLANCO: SÉ QUE EL CIELO NO EXISTE...


De A flor de agua
            Sé que el cielo no existe
            y que la luz dorada que las tardes regalan
            no es más que una ilusión que los sentidos crean.
            Ya sé que el corazón es una triste víscera
            en la que no arde amor ni caben sentimientos
            (sólo bombear de sangre).
            Todo lo sé. Y sé que todo es máscara,
            poco más que antifaz del héroe que no somos
            y que quisimos ser:
             achaques de una infancia no del todo vencida.
            Pero creer y saber no suelen conjugarse
            con igual densidad. Son conceptos distintos,
            y no vale engañarse
            y no vale mentirse
            y no vale escribirlo. Ser poeta es mentira.

miércoles, 8 de abril de 2020

TODOS LLORAN EN RUSIA




Escribe Amos Hoz en Hasta la muerte, que “todos los ciudadanos deberían tener derecho a tocar con  la yema de los dedos”, y más adelante insiste en este derecho. Nosotros, ahora, estamos privados de él, del mínimo contacto (un metro o más de distancia, según las fuentes) con familiares y amigos, salvo en casos muy contados. Esta separación es una de las más dolorosas que se nos ha impuesto a causa del COVID-19. 
            Esta circunstancia me afecta pese a mi ánimo y actitud positiva ante la vida, y pienso que de este y otros derechos difícilmente se puede privar al género humano que es por naturaleza sociable, como ya nos aseguró hace siglos Aristóteles. Incluso ante un riesgo, si solo es personal, de muerte. Cuando me encuentro así la poesía acude como catarsis en mi auxilio y me permite componer algo que aunque sea de dudosa calidad, se me ocurre participar con vosotros.

TODOS LLORAN EN RUSIA

Dimitri está llorando, porque perdió a su novia.
Tatiana era una hermosa bolchevique
que adoraba las flores.
También en China lloran,
sobre todo en Italia,
en España también, en USA y en mi calle,
y en las casas en donde la desgracia
ha llenado de sombra las paredes.

Lloran los abedules en el bosque,
los ríos de riberas deshojadas,
las mariposas de Morella
en el linde lejano del sendero
donde ondean los mares de amapolas,
los osos de las nieves de Siberia,
mis poemas henchidos de tristeza,
esta mano que escribe su impotencia,
mi móvil que hoy contempla mi desgana.

Lloran mis libros, lápices,
ordenador y sillas de cocina,
los pocos alimentos que me quedan,
la solitaria sábana y las mantas.

Todas las lágrimas
conmueven la ciudades,
el mundo entero llora
mientras sigue  inclemente
el enano gigante que nos mata.




lunes, 6 de abril de 2020

PEDRO J. MORENO


PÁJARO DULCE

Pájaro dulce,
avanza,
tu quilla contra el viento.

Arde tu pluma
atravesando el cielo
como un dardo encendido.

Ve, oh tú, impar quimera,
ferviente explorador:
descorre las cortinas de la noche.

Detente, alado brillo, en esta orilla,
que ya has tocado playa.
Gusta el amanecer. Palpa tu rostro.

Que las alas descansen y se envainen
entrañables, profundas.
En este día nuevo que nos queda
delante de los ojos
ya es posible el descanso,
el gozo,
la sonrisa.

                       (de Albriciador de auroras)

domingo, 5 de abril de 2020

LO QUE QUEDA DE UNOS BESOS, DE "DESPUÉS DEL AMOR"

Todavía en el encierro forzado por el COVID-19, convencido de que debemos estar en casa para colaborar a la erradicación del virus, os transcribo este sencillo poema y os doy ánimo para que sigamos en casa y que no nos aburramos, porque el optimismo y la actividad ayudan a salir airosamente del problema y refuerzan nuestras defensas. Podéis hacer multitud de cosas. A mí, sinceramente, me falta tiempo: escucho música, leo, escribo, utilizo el ordenador para meterme en otros mundos y pienso en lo afortunado que soy por estar aquí y poderos enviar esta nota. Otros no han tenido tanta suerte. Y todo ello no es por mis méritos. Una vez más os confieso que soy consciente de que la vida no me pertenece. Un abrazo y ánimo. Ya falta menos.


LO QUE QUEDA DE UNOS BESOS

Tu mirada, remanso de agua frágil,
hoy se pierde quemada por los años,
si bien deja una huella en el olvido.
Fue el sueño de un instante.

Quisimos conquistar el universo
y atrapar en su vuelo las gaviotas.

Los mares alejaron nuestro júbilo
y así el final de aquellos besos fue
como un soplo de aliento en un espejo.

miércoles, 1 de abril de 2020

DESPUÉS DEL AMOR, DE VICENTE BARBERÁ ALBALAT

ComentarIo de MAGDA VILLARROYA

Ya puestos a citar libros no puedo dejar de hablar del libro de Vicente Barbera Albalat Después del Amor, creo que fue el primer libro de la colección Nigredo de Olélibros, la editorial que dirige Toni Alcolea Alcolea. Es un libro bellísimo, una versificación cuidada no, cuidadísima, con unos sonetos preciosos y unos poemas, en general, que son una auténtica delicia. Porque Vicente Barbera escribe con esos versos dulces que te llegan al alma, ya sea para hablar del amor o bien de su madre (al que dedica varios poemas) o a cualquier cosa que le quiera cantar. Estuve también en su presentación, fue el 16 de octubre de 2018, lo pone en la dedicatoria tan a su estilo que me hizo y que perdurará, también, para siempre en el libro. Que no se lo pierda nadie si no lo tiene.



MIRANDO EL HORIZONTE

Un niño en la sabana está mirando.
Contempla, sin saber, la gran planicie.
Sus ojos, indecisos,
     todavía brillando de inocencia.

Solo horizonte.
Siempre el mismo horizonte
     en un abrazo eterno indivisible.
No sabe apenas de la vida.
Le es difícil soñar que está viviendo.

Solo la luz de la esperanza aguarda.

Y aquí yo,
                      un hombre en su horizonte
                          contempla su miseria.