Los
perros
Estoy llena de perros.
Tienen grandes cabezas
y cabezas oscuras,
todas llenas de dientes.
Estoy llena de perros,
preñada hasta las cejas de perros con cadenas,
pero no me dan miedo.
Soy hectáreas y hectáreas
de docilidad para la espuma contagiosa.
Y me retumban.
Un océano de perros mariachis de perfil
ladrándole a la luna,
aquí en mi útero.
Yo les grito: SIT¡
Y ellos ladran peor
porque tal vez les va la muerte en ello.
Le ladran a la luna,
pero la luna sana
está escribiéndose por el otro hemisferio del
dolor.
Luego les grito: Lorca¡
Pero no. Tampoco.
Ladra que te ladra.
Y me miran
con los ojos tapados por la rabia,
como diciéndome: es la sangre.
Como diciéndome:
quiérenos,
o te muerdo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario