sábado, 11 de diciembre de 2010

RETORNO A BRIDESHEAD



Los dedos en la vela y apagar
su escasa luz no puede todavía.
En sus recuerdos bulle la agonía
de sus pasadas dudas por lograr

un ambiguo querer que, al escapar
sin piedad de sus manos, comprendía
una estúpida e inútil cobardía
con la que nada pudo remediar.

Con la mirada fija en la amarilla
llama, recuerda Brideshead y le asombra
que un inclemente Dios, que es pesadilla,

aparezca en su mente. Y no lo nombra
por temor a que ruja en la capilla
y lo oscurezca todo con Su sombra.


Vicente Barberá, 2008.

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