(Semblanza de Antonio Mayor, poeta de EL LIMONERO DE HOMERO).
Es el poeta de la palabra esquiva y precisa que sorprende por la equidad entre forma y mensaje. Su mirada la dirige a la realidad, lo anecdótico o un hecho concreto, llevado al poema con la objetividad y la ternura de quien nos hace ver y tocar las cosas. Es decir, que hace brotar la percepción en la página en blanco.
Su poesía es una corazonada, un golpe de palabras que deja eco en el recuerdo. A mi manera de ver es un poeta que toca el techo del simbolismo con la mirada cortazariana de lo cotidiano. Esta mirada nos hace pensar que trabaja la poesía con el rigor de pulir hasta conseguir el poema perfecto, a la manera mágica de los viejos oráculos, apresados y acotados por la palabra (Manuel Llopesa).
DEIÁ
(El rayo verde)
Cuando arrrastro el día
ya gato encerrado en el saco escapular
y me siento ante la última gota de sol,
y éste se pone con fondo musical de réquiem de Verdi;
cuando atardece sobre el baleárico mar en Deiá;
cuando cae el rojo disco al bolsillo del vértigo o de Dios,
no puedo remediarlo
y me siento aplaudido
(inexplicablemente).
(En esta foto, Ricardo Llopesa acompañado de cuatro miembros de EL LIMONERO DE HOMERO).
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