jueves, 29 de diciembre de 2011

LOS POETAS DE "EL LIMONERO DE HOMERO"

(Semblanza de "El limonero de homero", hecha por el conocido escritor y poeta nicaragüense Ricardo Llopesa, con motivo de la presentación del segundo libro colectivo de aquéllos).

Un día recibí una llamada de mi amigo Blas Muñoz invitándome a asistir a las reuniones de un grupo de poetas que se reunían los jueves por la mañana, en el Ateneo Mercantil de Valencia. Eran cinco amigos que tenían en común ser jubilados, haberse dedicado a la enseñanza y andar los cinco por la misma edad.
Con el escepticismo que me caracteriza pensé que iría a reunirme con unos poetas chalados, de los que tanto pululan por la ciudad, que poco o nada tenían que decir, cuyas formas rondarían la desigualdad, entre lo extremadamente innovador y su opuesto, la tradición. Y una temática sin tema o perdida en el nudo en las ideas.
Así pensaba. Llegado el momento, me encaminé a la Plaza del Ayuntamiento, atravesé los controles de seguridad de tan vetusta entidad y, para sorpresa mía, la realidad fue muy distinta. Después de participar como testigo de la pequeña tertulia poética de los jueves supe, entonces, que ellos se llaman "El limonero de Homero". Es decir, la cosecha de aquel árbol fornido herencia del gran padre de la literatura.
Como invitado se me ofreció un bocadillo caliente de jamón serrano y una copa de excelente vino tinto que compartí con aquellos poetas. La compañía fue muy grata, y su descubrimiento mucho mayor. Blas Muñoz puso de ejemplo nuestra vieja amistad que se remonta a inicios de los años 70, cuando ambos estudiábamos en la Universidad. Antonio Mayor me narró los años en que estuvo en misión diplomática española, a raíz de la guerra de Nicaragua y los conflictos de la región, en los finales del 70.
La alegría de un hombre simpático, Vicente Barberá, me entusiasmó tanto que su poesía me trasmitió el poder enigmático de las ilusiones. Me enterneció el pesimismo que giraba en torno de Joaquín Riñón, otorgándole a su aura cierto tono de languidez, como su poesía. A la salida, ya en la Plaza del Ayuntamiento, José Luis Prieto y yo caminamos mientras hablábamos de poesía francesa, frente a las estatuas negras de Rodin que se exponían al público.
De camino a mi casa pensaba en aquellos cinco poetas, que no eran ni locos, ni ignorantes, sino cinco poetas conscientes de lo hacían, cinco exprofesores, cinco voces propias con cinco temáticas distintas.
Me dije: "Son cinco, con cinco estilos diferentes, qué sorpresa". Nunca antes había conocido nada similar en los últimos treinta años y me quedé pensativo imaginando el futuro que les esperaba.
Hoy estoy aquí para hacerles compañía. Ellos son tan poetas que no necesitan de presentador, porque sus poemas son más auténticos que las palabras de un extraño. Pienso que el papel del presentador sobra.
De aquella llamada a esta noche, han pasado muchas cosas y hasta varios limoneros: El Limonero I, apareció en 2010 y El Limonero II, en 2011. En la poesía podrán ocurrir muchas cosas, pero estos limoneros estarán siempre vivos entre lo mejor de la bibliografía valenciana porque son dos obras que recogen el testimonio de cinco poetas que forman parte de la historia de la literatura valenciana.
Ellos son: Joaquín Riñón, José Luis Prieto, Blas Muñoz, Antonio Mayor y Vicente Barberá.

(En la primera foto, Ricardo Llopèsa, a la izquierda).
(En la segunda foto, Ricardo Llopesa, a la derecha en primer plano, en la cena con que se cerró el recital).

2 comentarios:

CARMELA REY dijo...

Una grata velada a pesar de no haberme podido quedar para la cena.
Escuchar al Limonero de Homero es escuchar buena literatura, es aprender de ellos y sensibilizarte con sus cinco diferentes formas de versar.
Un saludo cordial

vicente barberá albalat dijo...

Gracias Carmela.
Gracias por los elogios de la poeta que tiene el blog más bonito de Internet.
Un fajo de abrazos.