FÁBULA
A mis nietos
Cantaba el río en el
valle
luciendo el cristal de su agua
luciendo el cristal de su agua
limpia, salvaje,
furiosa…,
y en los recodos, en
calma.
Un pajarillo, de
pronto,
se detiene en una rama;
en su pico, una libélula,
batiendo triste las alas.
se detiene en una rama;
en su pico, una libélula,
batiendo triste las alas.
Baja veloz a beber
de aquel espejo de plata
y el pobre insecto apresado
de aquel espejo de plata
y el pobre insecto apresado
de su pico abierto
escapa.
La vida sigue su curso
y el río cantando baja.
y el río cantando baja.
-->
A lo lejos, en el
pueblo,
un perro perdido ladra.
un perro perdido ladra.
(Vicente Barberá Albalat, El Limonero de Homero IV)
No hay comentarios:
Publicar un comentario