De izquierda a derecha: Blas, Vicente, María Teresa, Joaquín, Antonio y Juan Luis |
POEMITAS
VIII
El presentido olvido de
la noche
y el rostro humedecido
por las lágrimas
llamarán a la puerta de
tus días
cuando se pierda en la
distancia el sol.
Luego
desaparecerán los posibles anclajes.
IX
Si el río baja fresco y
complaciente,
busca un remanso
y siéntate en su orilla.
Pon tus pies a remojo,
siente el agua
que acaricia tu enagua, su
puntilla.
X
Todo se enciende y apaga
todo comienza y termina
todo nace y, avanzando,
en el camino perece.
XI
Estoy lleno de noches
y perros que amenazan mi
sonrisa.
También caballos
relinchando.
Tal desvarío ¿es el final
o el principio de un
sueño?
XII
Esa flor de la rambla que,
cansada,
nos habla sin hablar,
a veces nos reserva
un destello de luz
que se transforma
en el amanecer de tu
mirada.
(VICENTE BARBERÁ ALBALAT)
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