Poeta prolífico y excelente sonetista, como prueba el que
acompañamos, aportamos aquí algunos datos biográficos y de estilo transcritos
de Wikipedia.
Luis
Alberto de Cuenca y Prado (Madrid, España, 29 de diciembre de 1950) es filólogo, poeta, traductor, ensayista, columnista, critico,
editor literario e investigador español. Es también académico de número de la Real Academia de la Historia.
En su poesía se funden el estudioso y el
creador, sin que ninguna de las dos facetas corrompa a la otra. A través de sus
poemarios, Luis Alberto de Cuenca nos ha ido entregando lo que se ha llamado en
la poesía
española contemporánea una «poética transculturalista»: una
lírica irónica y elegante, a veces escéptica, en ocasiones desenfadada, en la
que lo transcendental convive con lo cotidiano y lo libresco se engarza con lo
popular. Usa la métrica libre y la tradicional. Como homenaje a Hergé, el creador de Tintín, Luis Alberto de Cuenca ha definido la
segunda etapa de su poesía como línea clara.
Además de su obra como poeta, ensayista y filólogo, hay que destacar su faceta de letrista musical; suyas son algunas de las letras más conocidas del grupo de rock laOrquesta Mondragón. Alguno de sus poemas ha sido también musicado por Gabriel Sopeña e interpretado por Loquillo, en su disco "Su nombre era el de todas las mujeres", editado en octubre de 2011.
Además de su obra como poeta, ensayista y filólogo, hay que destacar su faceta de letrista musical; suyas son algunas de las letras más conocidas del grupo de rock laOrquesta Mondragón. Alguno de sus poemas ha sido también musicado por Gabriel Sopeña e interpretado por Loquillo, en su disco "Su nombre era el de todas las mujeres", editado en octubre de 2011.
Soneto del amor
oscuro
La
otra noche, después de la movida,
en la mesa de siempre me
encontraste
y, sin mediar palabra, me
quitaste
no sé si la cartera o si la
vida.
Recuerdo la emoción de tu
venida
y, luego, nada más. ¡Dulce
contraste,
recordar el amor que me
dejaste
y olvidar el tamaño de la
herida!
Muerto
o vivo, si quieres más dinero,
date una vuelta por la lencería
y salpica tu piel de seda oscura.
Que voy a regalarte el mundo entero
si me asaltas de negro, vida mía,
y me invaden tu noche y tu locura.
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