LLANTO
AMARGO
Ha sido ya encendida la tiara de la noche...
Ana Rossetti
En la
noche, tanagra de amargura,
sobre el
muaré tendido tu marfil,
con
lastres de dulzura inmóvil yace.
Señor del
aire, etéreo como un trasgo
de
frágiles volutas sinuosas y fragantes,
te elevas
y se pierden en el alma,
como
caricias, tus divinas gracias.
Doncel
idolatrado de eternas aventuras
dormido
estás en mi alforzado núbil.
Hermoso
amor erguido, íncubo en mis caderas,
acaricio
los restos de nuestro bien perdido
regando
mis jardines con vasos de nostalgia.
En el
embozo de mi ralo llanto,
ya no se
irisa tu figura amada.
Tus noches
y mis besos se pierden en la bruma
y, en mis
sueños, contemplo que mi pretina estiras
hoy,
última caricia,
mientras
mi llanto amargo
se pierde
en la espesura.
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