VERSOS
(...) la nada es menos
que nada
es como si Dios riera al
ver
fracasar el poema.
Leopoldo María Panero
I
A Dios no
le gustan mis versos
se ríe
ante mis metáforas.
Ni al
demonio.
Y mis
palabras fluyen para nada.
Triste
playa oscura
donde
mueren las hormigas.
II
Mis versos
desafían la existencia.
En su
esencia más íntima
se mezclan
con un concierto de jazz.
Pobre
música que suena viva
y no
enciende las velas tristes
del
inhóspito desierto.
III
No hay
nada más importante que la vida.
Tal vez la
muerte.
Y mis
versos que unen a las dos.
El
esfuerzo se pierde en la esperanza
y las
gaviotas se cansan de volar
sobre los
peces muertos.
IV
Acaban de
sonar las tres
de una
noche de rayos y serpientes.
Los
pájaros vuelan sobre los excrementos
de
mosquitos como hienas
sobre una
tierra ahíta de locura
y de
versos sin palabras.
V
Una
pústula de horror en los ojos
que
encierran mis versos
y unos
recuerdos amarillos
latiendo
en el corazón.
¡Qué
pobres somos
en el
tiempo de la ceniza!
VI
Esta noche
no amanece;
es como la
última.
Se clava
en la garganta de la voz
del
cementerio.
Nos quedan
los versos para el poema
que nunca
se escribirá.
(DE AMOR Y SOMBRAS, 2014).
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