Libros dedicados:
Anotaciones aforísticas
Extraordinario libro de Francisco Cejudo,
que tuvo la amabilidad de dedicármelo en uno de nuestros encuentros. Su
lectura, amena donde las haya, transporta la imaginación a los lugares más
insólitos al intentar descifrar su aguda interpretación de la realidad, y por
la manera de hacerlo. Nada menos que 900. Pero ¿qué es un aforismo?
No es fácil saber
de qué estamos hablando cuando decimos “aforismo”. Para la RAE es “una
sentencia breve y doctrinal que se propone como regla en alguna ciencia o
arte”. Esta misma definición la encontramos en un ejemplar de la misma RAE de
1970. Si consultamos un ejemplar, también de la RAE, de mi padre, del año 1927,
vemos que define el término como: “sentencia breve”. Aunque etimológicamente el vocablo procede
del latín, su origen parece encontrarse en la cultura griega. Hipócrates en el
siglo V-IV a. C. y Heráclito de Éfeso, un siglo antes, ya lo utilizaron. Pero
si queremos profundizar un poco más sobre dicho término y buscamos sinónimos
encontramos, como mínimo, los siguientes: adagio, apotegma, axioma, dicho,
fórmula, máxima, paremia, pensamiento, precepto, proverbio, refrán, regla y
sentencia. La verdad es que no nos lo ponen muy fácil. Francisco, en la amable
dedicatoria, lo hace muy fácil: utiliza la palabra “reflexiones”. Y las dedica
a La consonante, El recuerdo, Rumor de
copla y La gran altura. Pero, el
autor se ha tomado la molestia de añadir un índice temático alfabético —no los
he contado pero habrá lo menos unos 500— para localizar los conceptos de que
trata cada reflexión. Un trabajo concienzudo. Solo como curiosidad, sobre el
concepto “amor” hay 27 entradas.
En estos días
caniculares de verano es un ejercicio recomendable sentarse —o tumbarse— en un
sitio fresco con una copa de líquido with
ice y elevar la mirada por encima del mundanal ruido. Y no quiero aburriros
más. Solo unos aforismos, al azar, como muestra:
«Ni tengo suficiente fe para saber lo que creo,
ni conocimiento para creer lo que sé».
«Toda admiración para que sea verdadera debe
generar algo de envidia».
«Era muy aprensivo y cada golpe de felicidad se
le tornaba infeliz, angustiado por el miedo a su pérdida».
«Quizá en sentir la vida esté el verdadero y
único sentido de la vida».
Valencia, 17-07-19
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