Música de la distancia
Su destino es negar la geografía.
Acerca, siempre acerca esa música
infinita.
Es artesana
y con su aguja y su dedal
y un hilo como el tiempo
zurce los huecos que segrega la
lejanía.
Une los horizontes
con canciones de corros infantiles
y en su sencilla faltriquera
esconde un cañamazo
que despliega un paisaje sin
límites.
Fabril y cuidadosa
devana un alfabeto catecúmeno.
Ella es aquel atajo cuaternario
que guió hasta el encuentro.
Alguien
debió cantar ante la luz
y conducidos por ese hilo de música
llegaron otros que se unieron
a celebrar el mundo con el canto.
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