martes, 31 de enero de 2017

JUAN MARÍA CALLES EN POETAS EN EL ATENEO


LA JORNADA DEL POETA

Su cuerpo al despertar es todo un himno.
Deambula por el bosque de signos y contempla
la blanca luna que huye por un río cansado.
La luz griega le dota de nuevos alfabetos.

Conversa con los árboles. Escribe
himnos que el viento arrastra
sin rostro ni piedad,
cantos rodados que aja la tormenta.

La mañana es un mar que conduce al Olimpo.
Con su pluma bautiza las ciudades.
Almuerza con colosos, con padres destituidos
que pugnan por brillar en los estantes.

Cruza, al atardecer, entre abedules,
un osario de dioses infinitos
y de fraguas humeantes
que son el testamento de su infancia.

Enamorado de la luz furtiva,
nadie ya es la palabra que le nombra,
nadie le espera al traspasar la página
en el país vacío de tus ojos.

No hay comentarios: