Una palabra sola abrirá el espacio
del mar o de los
cielos:
Hipnos,
sueño,
hipnos.
Como un rayo que
sorprende
y un solemne trueno
abriendo los
infiernos.
Como la voz secreta
del poema oscuro
solo, mendicante.
Como la superficie
fría
de muertos hoy
presentes
en la memoria huida,
en el pasado inquieto.
De las palabras una
y un poeta cierto:
Hipnos,
sueño,
hipnos.
Después ya se adivina
El llanto de las olas.
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