En la foto acompañado de izquierda a derecha por Blas, José Luis, Antonio y Vicente en cuya casa estaban celebrando un acontecimiento.
Antonio Sánchez, segundo de derecha a izquierda. |
ARS MORIENDI
A nuestros deudos, el arte de la muerte
es el último regalo que podemos hacer.
Nacer costó otro tanto en tanto
que vivir fluyó o se contuvo
y vuelo o velo tuvo a bien.
Ahora toca fingir una muerte,
fabricar una calavera
con los delicados dedos
con que se trama y dobla
una pajarita de papel.
–Propongo una cocotología de la muerte,
una papiroflexia exhausta–
Nos vamos y se la dejamos ahí,
sobre la esquina de una cómoda,
bajo la lluvia, a ser posible
sangrando la tinta del testamento.
Quizá alguna (ánima o pajarita)
en lo hondo de alguien
pueda elevarse, volar
como un alma surcada
(o arada)
por algunos versos aún vivos.
3 comentarios:
Fantástica, vuestra cena de nochevieja...
Bueno, lo que sí resulta fantástico es ese Ars Moriendi. Este chico no lo hace nada mal, verás cuando sea mayor.
Abrazos para todos, a la vuelta del almanaque
Gracias Amando. Tú siempre tan lejos y tan cerca de nuestro corazón.
Abrazos mil y éxitos (de salud) para este 2014.
Querido amigo Amando: Vicente me alerta de tus comentarios a nuestros poemas. No sabes cuanto te agradezco tus palabras; es la alegría que siente el creador gratuito cuando sabe que puede deleitar a poetas "caros". Muchas gracias y perdón por no haber estado vigilante en la trinchera informática. Un abarzo. Antonio
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