EL OTOÑO EN
TODAS LAS ROSAS
QUE AMO
Al despertar mis manos tienen sangre.
Me enciendo lentamente mientras canto
y entro en la ciega luz.
Soy la canción del viento, la de
todos.
Entro en la historia. Canto
y canto
y canto.
Aquí ya no hay dios. Todo es mancha
pura,
pulmón y aliento y ojo limpio y
claro.
Quema el cielo y la luz se vuelve
blanca,
blanca como las palmas de tus manos,
blanca como tu sueño inaccesible,
blanca como la arena de tu historia.
Soy final y
principio en el otoño.
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