miércoles, 24 de abril de 2019

JUAN MOLLÁ EN POETAS EN EL ATENEO


Esplendor


Qué esplendor, el del cuerpo desnudo
en los tibios espejos de la noche.

Brazos abiertos con las manos llenas
de pétalos que brotan.

Piernas que elevan hacia la cintura
de palmera o arena
el vuelo de los pájaros del alba
desde los pies alados.

Tierna espalda que vibra
bajo las yemas lentas de los dedos
que pulsan sus desiertos dulcemente
hasta el cubil callado de la música.

Cuerpo desnudo, único centro
de la absoluta perfección de ser
sin tiempo, sin envés, sin amenaza.
Cuerpo inmortal donde discurre
la caricia sin cauces.

Oh, cuerpo eterno, instante florecido.
Urgente todavía, eternamente ya,
final perenne.

Dame a beber tu luz y deja que me duerma
penetrando en tu espacio de sueño para siempre.

(de “El jardín sin límites”)

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