AMANTES
Casi juntas las manos de Isabel
y Juan Diego, el amante dolorido.
y Juan Diego, el amante dolorido.
¿Qué pena de jazmines no habrá sido
lezna clavada en ardorosa piel,
virgen de gozo y esplendor, de aquel
jurado amor, por siempre no tenido?
lezna clavada en ardorosa piel,
virgen de gozo y esplendor, de aquel
jurado amor, por siempre no tenido?
La muerte se cebó en un beso herido
como el suspiro helado de un corcel
exhausto de correr en la espesura.
como el suspiro helado de un corcel
exhausto de correr en la espesura.
¿Qué miras, Juan, con esos ciegos ojos
y tú, Isabel, con ese rostro hirsuto?
y tú, Isabel, con ese rostro hirsuto?
Ya se acabó tu ángel de hermosura
y en el aire se pierden los despojos.
y en el aire se pierden los despojos.
Mientras, todo Teruel viste de luto.
(De Después del amor, olélibros, 2018)
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