LA HERIDA DE UNA MADRE
I
Tanto dolor se agrupa en mi costado
(…).
Miguel Hernández
Cuánta
pena se acerca a mi costado
y me
estremece con su agraz aliento
cuánta
pena y extraño sufrimiento
me traen
las vivencias del pasado.
Cuánta
pena me embarga si a su lado,
no puedo
estar tranquilo ni un momento,
cuánta
pena, Señor, cuánto lamento
inútilmente
habré ya soportado.
Cuánta
pena en sollozos tan adversos
tendré que
derramar como fracaso
en el
acontecer de cada instante.
Cuánta
pena contienen estos versos
que
describir pretenden paso a paso
el dolor
que entristece mi semblante.
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