CASTELLÓN: PRESENTACIÓN DE "DESPUÉS DEL AMOR", DE VICENTE BARBERÁ, EL 14-10-19

Estimados amigos:

La madre: contemplar a la madre es contemplar la vida, a la persona que lo ha dado todo por ti, que continuamente, sin descanso y con abnegación, ha procurado lo mejor. Siempre he admirado la pertinaz manera de amar de una madre, su capacidad de sacrificio y de entrega a la ley natural de conservación de la especie. ¿Qué haríamos sin esa madre capaz de darlo todo por su hijo?, ¿dónde estaríamos? Cuando el tiempo pasa y las canas ya han poblado tu escaso cabello viene a la memoria su existencia y darías lo que hiciera falta para retenerla y disfrutar de nuevo con su  presencia. Pero es la vida y el tiempo y el azar marca los ritmos. "Con exacta dulzura, asía la mano de su madre", nos dice Gamoneda en uno de sus versos. Porque la madre es protección, faro y guía en el camino.

II

Y ¿cuál hombre no llorara,

si a la Madre contemplara…

                                   Lope de Vega

Temiendo estoy que lleguen esos días
en que el viejo sofá ya esté vacío
y la muerte se lleve como un rayo
la fuente que alumbró mis pensamientos.

Extraño que una madre casi ausente
proteja con su aliento no se sabe
qué vivencias antaño compartidas
y el incierto futuro que me espera.

Sí, es posible, sí, que, en un instante,

tanta ausencia me robe la esperanza
de conservar los hilos de mi tiempo.

Porque no sé, ni creo que se sepa,
en qué lugar mi espíritu se encuentre
cuando amanezca lejos de su sombra.

(Vicente Barberá en Después del amor, Olélibros, 2018)