LUCAS LUNA:
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La Biblia dice que la castidad
y la pureza del corazón tienen un lugar muy importante en la vida del
cristiano. Así, «Dios expulsó al hombre y puso delante del Jardín del Edén un
querubín que blandía flamante espada para guardar el camino del árbol de la
vida». Antes de probar la fruta del Árbol
del Bien y del Mal, que no tiene por qué ser una manzana, Adán y Eva iban
desnudos, pero al probar la dichosa fruta percibieron por primera vez la
impudicia de sus cuerpos, y se taparon con unas hojas de higuera: se dieron
cuenta de que dejaron de ser puros y castos.
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