Recordando a
Joaquín Riñón
Estimados
amigos, gracias por haberme invitado hoy aquí. Y por darme la ocasión de
pronunciar unas palabras, pocas para no alargar el acto, con motivo del
homenaje que habéis organizado.
Es para mí un gran honor.
Conocí a Joaquín ya hace muchos
años, cuando yo estaba de Inspector de Educación en Barcelona. Por cuestiones
de salud él tenía que desplazarse y, por mediación de un amigo común llamado
Juan Galán que conocí en Oliva cuando yo tenía 24 años, le invité a mi casa. Varias
veces vino y compartimos casa y conversación.
Cuando me trasladé a Valencia en
1992 dio la feliz casualidad de que me domicilié en la Avenida de Aragón, muy
cerca de su casa. Desde entonces empezamos a salir juntos con mucha frecuencia.
A veces me invitaba a su chalet en Siete Aguas y su amable esposa, Sefa, nos preparaba una paella con todo
el cariño del mundo. Conocí a sus hijos, pero sobre todo a Pepa a cuyos
recitales asistí con mucha frecuencia. Él estaba muy orgulloso de sus hijos y
preocupado por el futuro de su hija mayor, porque conocía lo difícil que es
triunfar en el mundo de las artes. Recuerdo que me preguntaba cada vez mi
opinión sobre ella y cómo cantaba como si yo fuera experto. Me fascinaba la
admiración que sentía por mí y lo humilde que era. No presumía de nada y
siempre creía que en cuestiones educativas tenía que aconsejarlo cuando él era
quien podía darme lecciones a mí.
Así fue fraguándose una amistad.
Recuperamos a Juan y los tres nos veíamos frecuentemente. A mediados de 2006
Joaquín y yo comentamos la posibilidad de crear un grupo literario para
trabajar la poesía hasta que un día, a finales de ese mismo año, con motivo de
la boda de Pepa, conocí a Blas —excelente poeta y gran amigo— y en 2007 ya
empezamos a reunirnos, incorporándose sucesivamente Antonio Mayor y José Luis
Prieto.
En el curso 2008-2009 se invitó a Blas, a Antonio, a
Joaquín y a José Luis a dar una charla y leer algún poema propio en el Club
Poetas del Ateneo que poco antes creamos un grupo de socios.
El 22-01-09, tuvo lugar en el salón de Actos del Ateneo un
magno recital con la colaboración de AMICS DE LA POESÍA DE SILLA, que fue un
inesperado éxito. En él intervinieron como invitados todos los miembros de EL
LIMONERO DE HOMERO. Pero fue el 01-02-10, cuando organizamos e intervenimos
como tales por primera vez en el Instituto Luis Vives de Valencia en el que
Antonio Mayor era profesor de Lengua y Literatura Española. Desde entonces más
de 50 recitales, y reuniones cada jueves en el Ateneo Mercantil en las que
almorzábamos y trabajábamos la poesía. Él era además de entrañable amigo un
poeta extraordinario, meticuloso y continuo revisor de su producción así como
experto conocedor de la gramática. Siempre conciliador, nos atendía con una
amabilidad rigurosa y admirable.
Memoria crepuscular
será un libro que siempre llevaremos en nuestro corazón, su testamento poético
inolvidable, y su poema Muerte en La
Malvarrosa, una joya.
Te fuiste después de una penosa enfermedad que aguantaste
con estoicismo, te fuiste para siempre:
Hoy ya no quedan versos.
aquellos versos tristes como hielo de luna,
escritos en el viento de un corazón herido,
se fueron para siempre.
aquellos versos tristes como hielo de luna,
escritos en el viento de un corazón herido,
se fueron para siempre.
Muchas gracias.
Valencia, 22-11-2019.
No hay comentarios:
Publicar un comentario