sábado, 14 de enero de 2012

BLAS MUÑOZ

(Semblanza que de Blas Muñoz, hace Ricardo Llopesa).

Es el poeta del estilo con una poesía escrita a base de rigor y de belleza. En épocas parnasianas habría sido amigo de Gautier y de Mendês. Su arte es la palabra por la palabra en busca de una ideal perfección. Después de leer o escuchar su poesía, el lector siente en su cabeza un todo lleno de sonidos, imágenes y murmullo de palabras que flotan en el aire de su pensamiento.

Es el único poeta del grupo que mantiene la compostura rigurosa de la métrica. No obstante, ciertos ajustes técnicos, aplicados conscientemente, permiten que su verso adquiera flexibilidad, similar a veces al verso libre, liberándolo de su corsé y haciendo posible una poesía en libertad. A veces, me recuerda a Horacio y veo en sus versos la armonía de movimiento y de ritmo (Ricardo Llopesa).

AUTOENGAÑO

Hoy sé que la busqué entre las palabras
que en mis labios morían de deseo
y sé que no la hallé. Pero allí estaba.
En la página en blanco ee mi vida.

Fingía su existgencia: estoy hablando
de versos que ya ardieron, juveniles.
Hoy me queda su nombre en la ceniza,
y un sabor indecible. De esperanza.

Hoy quiero regresar a aquel engaño,
mintiéndome, aun sabiendo que me miento,
para volver a arder. En mi ceguera.

No importa si no acude a mis poemas.
No importa, si la sueño. Y no importa,
si en su sombra fingida vuelvo a ser.
(En la foto, Ricardo Llopesa, a la izquierda, con poetas de EL LIMONERO DE HOMERO en un recital celebrado en Bibliocafé).

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