martes, 27 de diciembre de 2016

FRANCISCA AGUIRRE EN POETAS EN EL ATENEO


Desde ninguna parte
  
Caballos o delfines,
y un mar, un mar primario.
Olía intensamente: una fragancia
de pasto y litoral, de espuma y hierba.

Se escuchaba a lo lejos un galope,
un chapoteo, quizá una zambullida.
Eran caballos o delfines
y venían desde ninguna parte:
pero estaban aquí, cerca de todo,
Lloraban o cantaban
y no había tiempo, no quedaba tiempo.
Lentamente subía la marea
y el corazón bajaba atolondrado
a una imposible tierra prometida
donde el origen canta húmedo
con la vaga promesa de un futuro.

Todo estaba a la espera de un destino
con la tibia inquietud que anuncia el alba.
El corazón, ansioso, tanteaba,
y en la noche desierta y perentoria
lloraban las estrellas su desdicha,
su eterno acabamiento iluminado.

Bajo la luz oblicua de la luna
temblaron desolados los zarzales
y el corazón oyó sobre la tierra
un galope continuo y venidero.
¿Eran caballos o delfines?

Atónito, mientras los otros duermen,
dibuja en las paredes de la cueva
la misteriosa imagen de sus sueños:
¿caballos o delfines? No. Bisontes.

Apenas queda tiempo, el sol apunta.
Las estrellas, a salvo en su mortaja,
vigilan desde un cielo sin promesas
el incierto destino de una especie.

FRANCISCA AGUIRRE EN POETAS EN EL ATENEO


Triste fiera

En la noche fui hasta el mar para pedir socorro
y el mar me respondió: socorro.
Fui hasta el mar y lo toqué
con cuidado, como se toca un animal equívoco,
un animal que se come la tierra
y en su límite último intenta confundirse con el cielo.
Fui hasta él con la inerme disposición
con que nos acercamos a lo desconocido
esperando una respuesta mayor que nuestra dolorosa pregunta.
Antes yo había mirado toda mi isla
para llevarla conmigo hasta su sal.
Había agrupado todo mi territorio en la retina
y fui con él al mar: era
tan suyo como mío.
Ítaca y yo fuimos al minotauro acuático
para pedir socorro
y el mar nos respondió: socorro.
Triste fiera: socorro.

domingo, 25 de diciembre de 2016

FRANCISCA AGUIRRE EN POETAS EN EL ATENEO


La cabeza

Homenaje al cuadro de Hoper
Una mujer tras el cristal
Una cabeza
y un mundo al que no entiende.
Una cabeza llena de estupor
llena de pesadumbre.
                                    Una cabeza
demasiado cuerda
una cabeza hecha a la medida
de las cosas que un día nos dijeron
que eran el contenido de la vida.
                                    Una triste cabeza alucinada
una cabeza a la intemperie y sola.
Una cabeza abandonada inerme.
Una pobre cabeza descompuesta
que se lleva las manos a la frente
y agradece que alguien la dotara
de unos ojos que lloran sin descanso.
                                       Que lloran que no paran de llorar.

Esta vida hay que ver qué desatino
esta terrible vida a la que amamos tanto.

sábado, 24 de diciembre de 2016

PROYECTO POETAS EN EL ATENEO

De izquierda a derecha: Antonio, autor dela crónica, María Teresa y Vicente

                IX ENTREGA DE POETAS EN EL ATENEO.
              RAFAEL SOLER
El jueves, 15 de diciembre, 2016, a las 19 horas, tuvo lugar en la sala Sorolla del Ateneo Mercantil de Valencia una nueva lectura homenaje a un poeta valenciano, en este caso Rafael Soler.
Vicente Bosch, directivo del Ateneo, con unas palabras de bienvenida a los asistentes y de gratitud al poeta invitado, introdujo esta novena edición del proyecto Poetas en el Ateneo.
 Vicente Barberá  presentó a  Rafael Soler, poeta valenciano residente en Madrid pero con vinculaciones cada vez más estrechas con los poetas de aquí, en especial con el grupo Limonero de Homero, en cuya tertulia conoció a Rafael.
Barberá introdujo al autor, destacando su obra tanto novelística como poética. El autor ha publicado las novelas El grito (1980, reeditada en 2015), El corazón del lobo (1982, reeditado en 2013) El sueño de Torba (1983) Barranco (1985) y los libros de relatos Cuentos de ahora mismo (1980) y El mirador (1982)
Como poeta tiene publicados los siguientes libros: Los sitios interiores (Sonata urgente) (1980), Maneras de volver (2009), Las cartas que debía (2011), Ácido almíbar (2014) y No eres nadie hasta que te disparen (2016). Ha publicado también dos antologías, Pie de página (2012) y La vida en un puño (2011).
Rafael Soler ha sido reconocido con números premios entre los que destaca el Premio de la Crítica Literaria Valenciana, en 2015. Otros premios son el Cáceres de novela (1982), el Ateneo de la Laguna, de relatos, en 1981; Ámbito Literario, de novela, en 1980, y  un Accésit en el Premio Nacional Juan Ramón Jiménez, en 1980.  
Rafael Soler (1947) ha sido profesor titular en la Universidad Politécnica de Madrid durante más de treinta años, pero ha encontrado siempre mayor satisfacción en su tarea como escritor, especialmente como escritor de poesía. Y ello a pesar de dejar transcurrir casi 30 años sin publicar. Para él la poesía es la gran experiencia vital, siempre a partir de “la vida bien vivida, bien bebida”. La poesía le ha proporcionado más satisfacción que la novela. Dice que la poesía da amigos y construye tipos afectivos y cita la  clasificación de los poetas en dos clases, los que escriben para que les quieran y los que no saben que escriben para que les quieran.
Bajo el interrogatorio de Barberá, se refiere el poeta a las recientes reseñas críticas aparecidas en prensa, la de Ricardo Bellveser, en El Mundo (Valencia) y la de Sergio Arlandis, en Posdata para decir que más que un poeta atípico y transgresor quiere ser un poeta auténtico. Pero al final reconoce cierta atipicidad, la de un poeta “encriptado” como profesor en la vida universitaria madrileña.   
Como es habitual en estos encuentros, y para conocer su peripecia vital, se proyectan algunas fotos que el poeta fue comentando, fotos con novelistas y poetas, con Ramón Hernández, en el café Comercial de Madrid, con el escritor Holandés Cees Noteboom, en Lima; con otros poetas como Caro y Morales; con los novelistas Merino y Puértolas, en las Mesas sobre Novela en Guadalajara. Comenta con especial agrado la foto de la recogida del Premio de la Crítica en Valencia, por Ácido almíbar, en 2015.   Hubo más fotos: en Kioto, en la presentación de la traducción al japonés de Maneras de volver; en Piedrabuena (Mayo de versos) con Nicolás del Hierro; con la Junta directiva de la Asociación de Escritores; con Luis Alberto de Cuenca en una presentación de Ácido almíbar; con otros poetas y el editor de Vitrubio.
Se le entregó (aunque no pudo proyectarse por problemas técnicos) una ilustración videográfica de su poema “Mudar la piel para cambiar de casa”, montada por Virgilio Fuero quien también recitó el poema.
Barberá somete al autor, como es habitual, a un  cerco de preguntas. Comenzó por aspectos de No eres nadie hasta que te disparan, destacando polémicas afirmaciones como “No es más largo el amor cuando perdura”, “Durando se destruye”, etc. Se interroga al autor sobre este libro (¿Quién es el asesino?, ¿Por qué se llama Abel?, si es más una novela que un libro de poemas). El autor sostiene que es un libro de poemas y que la trama policiaca y cinematográfica es sólo un tenue hilo conductor que sugiere: “Estamos en sugerir, para que el lector llene los huecos”, dice el poeta.
Vino luego una avalancha de preguntas rápidas a las que el autor supo sobrevivir con humor y ligereza mental:
—¿De qué forma te gustaría morir? —Nunca encuentro la manera de querer morir.
La vida es un accidente, un atropello consentido. La vida suma lo que quisimos ser y lo que somos.
—¿Conoces tanto a las mujeres? — Sí, si no, no podría hablar en nombre de Elvira (En No eres nadie hasta que te disparan). Perdonan más ellas. El rencor, la envidia y los celos destruyen la convivencia.
—¿Qué admiras más en la gente? —La franqueza.
—¿Qué te gustaría ser si no fueras lo que eres? — Lo que soy. Yo mismo otra vez; y si no, El Padrino, 2ª parte”.
—¿Qué detestas de los poetas? —Exceso de vanidad, no la vanidad (siempre un punto necesaria).
—¿Plagiarías a Dámaso Alonso? —No.
—¿Dónde te gustaría vivir lo que te quede de vida? —Cerca del mar, en el Mediterráneo; en concreto en Jávea.
—Persona viva admirable. —Sor Verónica, una hermana enfermera en un hospital para enfermos de sida que visitamos en Zambia.
Tu comida preferida. —Canelones, me recuerdan a los de mi madre (Mi mujer sólo me los hace por mi cumpleaños)
—¿Música o poesía? —Música y poesía. La música como arte es también poesía.
—¿Te gustaría pilotar un avión? —No tengo especial interés.
—¿Cómo te gustaría morir? —Sin enterarme. (Me parece extraño que te nazcan y te mueran, sin permiso).
Con frecuencia para apostillar sus afirmaciones el poeta ha ido leyendo poemas suyos. Comenzó con “Nunca abofetees a un tipo que masca tabaco”, un poema del cuaderno de Martín de No eres nadie…Recitó más adelante “Epílogo, y no”, del mismo libro, y  Guía para un lector necesitado”, de La vida en un puño.
Entre las preguntas se intercalan lecturas de sus poemas por parte de otros poetas o asistentes. Pascual Casañ lee el poema “Llámame si puedes”, Ricardo Bellveser lee “Se nos apaga el mundo (cine puro)” de Maneras de volver y “El viaje es lo que importa”. Antonio Mayor lee el poema “Un poco más de ella”, de Maneras de volver, no sin antes dedicarle unas palabras en su nombre y en el del grupo Limonero de Homero:
“Estoy aquí, voy a leer este poema de Rafael, no sólo en nombre propio, como amigo de Rafa, oficio en el que me siento cómodo porque él es tan generoso que lo hace casi todo y con mucho estilo. Recoge versos de uno y te los recuerda con admirable oportunidad, y también te da magníficos abrazos; así que la amistad con Rafael es pan comido. No puedes rechazársela.
Pero decía que estoy aquí también en representación del grupo Limonero de Homero. Sentimos en él a nuestro valedor en Madrid y allá por donde va. Hace unos meses lo tuvimos en nuestra tertulia de los jueves, en la que nos leyó sus poemas y nos declaró y aclaró su poética. Aprendimos mucho de él, de su originalidad temática, de su innovación sintáctica y del aire fresco que circula en el manejo de su castellano poético-conversacional. Por eso hoy quiero leer este poema suyo, uno más entre los magníficos poemas de cualquiera de sus libros. Gracias por tu amistad y por tu maestría”.
Al acabar este cóctel de preguntas, reflexiones y poemas, recitados por el poeta y por otros asistentes, se abrió el coloquio. A parte de las apreciaciones críticas de poetas como Bellveser o Arlandis que señalaron las técnicas casi cinematográficas y las tomadas del guión de cine, con las innovaciones sintácticas, el tono original y atípico de sus poemas, las preguntas se centraron en la poética de nuestro autor. Elena Torres pregunto qué era para él  más  importante, si la razón o la emoción. Rafael contestó que la Pasión. He hizo un elogió del impulso poético que nace de vivir intensamente la vida. Gran viajero, elogió también la vida como viaje “El viaje es lo que importa”. Barberá recordó a Alejandra Pizarnic y preguntó a Rafael por su prosa sin puntos ni comas. Rafael contestó que se siente cómodo en ella, que no cuenta sílabas, que los versos brotan así con más naturalidad y que a veces permiten posibles versiones y pueden enriquecer la lectura, que el lector pone mentalmente los signos que faltan. Pedro José Moreno preguntó si su último título era más novela que poesía. A lo que Rafael contestó que era un libro de poemas y que cada poema se sustentaba por sí mismo y era posible su lectura exento de los demás. Lo que no ocurre en la novela. Vicente Bosch se interesó por el panorama de la poesía actual y nuestro escritor aludió a la ebullición editorial. Entre 450 y 500 editoriales nuevas están surgiendo anualmente en los últimos años. Hay muchos poetas, actos, autoediciones… Otra cosa es cuántos de esos poetas o editoriales quedarán. Joaquín Riñón preguntó qué poetas le habían influido más. Tagore (luego preterido) Vallejo, Lorca, Claudio Rodríguez, contestó. A Neruda lo leyó pero ahora no lo tiene entre sus poetas favoritos. Antonio Mayor preguntó qué escritores de novela habían influido en su concepción de qué sea una buena técnica de novelar. Citó el poeta a Rulfo y su Pedro Páramo como el más influyente en su modo de novelar.
Para terminar el acto se pidió algún voluntario para recitar el poema que figuraba en el dríptico del programa,  Lo mejor de cada casa”, que leyó Blas Muñoz, finalizando esta entrega de poetas en el Ateneo con tanto éxito como las anteriores.
                                                                      Valencia, 21 de diciembre de 2016

                                                                                                         Antonio Mayor

miércoles, 21 de diciembre de 2016

FRANCISCA AGUIRRE EN POETAS EN EL ATENEO

El 09-01-17, a las 19:30

No os confundáis

Y cuando ya no quede nada
yo siempre tendré
el recuerdo de lo que no se cumplió.
Cuando me miren con áspera piedad
yo siempre tendré
lo que la vida no pudo ofrecerme.
Creedme:
todo lo que pensáis que fue
destrozo y pérdida
no ha sido más que conjetura.
Y cuando ya no quede nada
siempre tendré lo que me fue negado.
No os confundáis:
con lo que nunca tuve
puedo llenar el mundo palmo a palmo.
Tanto miedo tenéis
que no habéis advertido
la riqueza que se oculta en la pérdida.
Desdichados,
poca ganancia es la vuestra
si nunca habéis perdido nada.
Yo sí he perdido:
yo tengo, como el náufrago,
toda la tierra esperándome.

miércoles, 14 de diciembre de 2016

RAFAEL SOLER EN POETAS EN EL ATENEO

Hoy mismo, 15-12-16, en el Ateneo Mercantil de Valencia, plaza del Ayuntamiento, 18, a las 19:00. 
Salón Sorolla. 



Guía para un lector necesitado

Como al descuido avance
hasta el verso noveno donde dice
     
         final feroz del que se marcha mudo

sin preguntar por qué pues no conoce
su íntimo motivo

y acaba de llegar a este poema
que ahora es todo suyo
cuando lea

        final feroz del que se marcha mudo

usted no sabe todavía
el nombre y la estatura del sujeto
la última razón de su desplante

intuye un eclipse indeseado

y se pregunta qué esconde la palabra feroz
feroz precisamente
precisamente mudo

resista

no aparte los ojos
ni busque consuelo en el tabaco
ni evoque temerario
un rostro difuso en su memoria

este poema es solo suyo

y nunca hablará se lo prometo
de quién tanto le amó y poco tuvo
hasta marcharse un día
desprovisto de usted
feroz

y mudo.
(En Ácido almíbar)
-->

martes, 13 de diciembre de 2016

ENSAYO PARA UN CONCIERTO Y OTROS SONETOS


XI

Con un sabor de nieve en la garganta,
el frío atenazando los senderos
y el corazón pendiente de unos hilos
invisibles, estoy en esta noche

queriendo no olvidar ningún detalle
de la hermosa caricia de aquel sueño.
Los ríos de mi sangre se detienen
y el corazón del alma se congela

aterida de hielo y desconsuelo.
No me sirve de nada lamentar
la ausencia de su amor en lo vivido.

Abriré como siempre la ventana
y en el alféizar de esta noche triste
apoyaré mis últimos recuerdos.
(Vicente Barberá Albalat)

domingo, 11 de diciembre de 2016

RAFAEL SOLER EN POETAS EN EL ATENEO



Oración en voz baja y en ayunas

Gracias te doy Señor del Abandono Manifiesto
por este lúgubre silencio de las ocho
por el agua sin grifo del lavabo

por la terca soledad en que me dejas
buscándole las vueltas a un zapato

gracias te doy y no me sobran
Mísero Señor Desocupado

Rey de los Desastres y las Bocas
Supremo Hacedor de mi Desgracia

por esta muerte diaria que me endosas
abanico del viento 
voz sin alma.
(En Las cartas que debía, 2011) 

sábado, 10 de diciembre de 2016

ENSAYO PARA UN CONCIERTO Y OTROS SONETOS

(Foto de Pat Foley)

V

Sin ti todo está a oscuras y en ausencia.
Todo es tormenta, hielo, nieve y frío.
Cada noche te tengo y no te tengo
como a ese mar que rompe contra el muelle

mi esperanza de verte y navegar
por tu mapa de ensueños y caricias.
Pero también sin ti podré vivir
cuando el olvido hiera mis sentidos.

Todo está bien si obtengo de la lluvia
las gotas de alegría que se fueron
y soy capaz de ver en otro azogue

la luz y los destellos que me quedan.
Todo está bien si al fin mis ilusiones
retornan a los nidos de mi infancia.

(Vicente Barberá Albalat)

viernes, 9 de diciembre de 2016

RAFAEL SOLER EN POETAS EN EL ATENEO


El viaje es lo que importa

Vamos al Sena  decidiste
sin apretar la boca

y yo acepté
pues siempre fuimos dos y somos uno

de camino
un antipático taxista
nos dio la noticia en pésimo francés

flotando indiferentes a la lluvia
dos jóvenes de edades parecidas a las nuestras
alcanzaban la rive gauche de madrugada

ella lucía el collar que te compré
en el duty free del aeropuerto
y pálido también en su abandono
él llevaba mis zapatos de tafilete oscuro

todo callaron cuando un bombero anónimo
encomendó sus cuerpos
con la urgencia eficaz del funcionario

ahogados de la mano
ajenos al desvarío azul de las sirenas
nuestros labios compartían un único deseo
que nadie supo descifrar

pero esa es otra historia
que segó mi descuido y tu pistola.
(De No eres nadie hasta que te disparan, 2016)  

jueves, 8 de diciembre de 2016

ENSAYO PARA UN CONCIERTO Y OTROS SONETOS



ESE BESO ANHELADO

Qué pétalo, qué rosa, qué flor ahora se muere
entre mis dedos sucios. Qué piel viene de arena.
Qué mar solloza y gime. Cuánta pesada pena
en la playa del viento, inclemente, me hiere.

Por qué te has ido amor cuando tu piel se adhiere
como el calor del sol a miel de la colmena
y en las dunas se huele a flor de yerbabuena.
Cuánto mi pecho sufre porque, dolido, quiere

verte como sirena en mi roca de sueños.
Qué suerte si pudiera susurrar a tu lado
oreos de ternura. Qué océano soñado,

qué cantos y alegrías serían nuestros dueños.
Qué bueno si en la noche bajo el cielo nublado
me dieras en secreto ese beso anhelado.

(Vicente Barberá Albalat)