martes, 31 de diciembre de 2019

"LUCAS LUNA" EN UNESCO-VALENCIA


Estimados amigos:

Os transcribo una párrafo de Alejandro Font de Mora en la presentación de mi novela Lucas Luna con  motivo en el Ateneo Mercantil de Valencia.

Aprovecho para desearos Feliz Nochebuena y 2020.


Finalizo. Julio Cortázar, en Rayuela, pone en boca de uno de sus personajes esta sentencia: “Sin lenguaje no hay hombre. Sin historia no hay hombre”. Pues bien, aquí hay lenguaje y hay historia y en consecuencia hay hombre. Un hombre, Lucas Luna, que en el último capítulo nos dice: “Sé de sobra que, a pesar de todo, la vida hay que vivirla. Y es mejor hacerlo de manera positiva”. Y la novela concluye así: “Mañana cuando me levante, decidiré si vale la pena vivir el resto de días que me quedan de vida”. Nunca sabremos lo que decidió Lucas Luna, pero sí sabemos lo que cada mañana decide su autor, Vicente Barberá Albalat, para fortuna de todos quienes le conocemos y para fortuna de la Literatura.

lunes, 23 de diciembre de 2019

PABLO NERUDA: PUEDO ESCRIBIR LOS VERSOS MÁS TRISTES ESTA NOCHE

"En este poema, el yo lírico quiere expresar la ambigüedad del sentir amoroso, lo inasible y lo inseguro que es éste. El sentimiento (especialmente la melancolía por la pérdida y la angustia por el vacío) es la fuente de la escritura" (de Internet).

sábado, 14 de diciembre de 2019

COMENTARIOS DE UN AMIGO: RICARDO GUTIÉRREZ BALLARÍN


 

La mayor parte de los que estamos aquí estamos jubilados. La jubilación nos da una libertad que sin excluir ciertas obligaciones, nos permite dedicar el resto del día a lo que nos apetece. Hoy se publican muchos más libros, pero entre los ilustrados inspectores jubilados, soy de la minoría de compañeros que me dedico a escribir, así que me vais a permitir que os hable de libros cercanos.

Recibí dos libros de Vicente Barberá Albalat
Desde que escribo libros propongo hacer intercambio de obras con amigos próximos. Así he hecho con Zacarías y su trilogía Las dos guerras de Aurelio Ríos, La pertinaz sequía y Apartamento con vistas al mar (con crítica incluída y publicada de alguno), con Concha Vidorreta y sus libros de texto, con Demetrio Fernández González y su Sinfonía de Praga y con Alfredo Mayorga en la Visión personal de un Propagandista. Amén de otros autores que no cito por no ser inspectores.
Últimamente le propuse a Vicente Barberá Albalat intercambiar dos de los nuestros y aceptó. Yo le mandé Los Inicios de la escolaridad obligatoria y Soldado en el Gómez Ulla. Y él me mandó uno de poemas titulado De amor y sombras escrito en 2014, y la novela que lleva por título Lucas Luna, uno de poesías y una novela. Los retiré de Correos y al llegar a casa vi que me los había dedicado, en la la novela me puso A Ricardo, con afecto, esperando que disfrute con las aventuras. 

No me gusta dedicar libros
Yo los míos se los mandé sin dedicar. En mi entorno acudo a una biblioteca en la que a la entrada hay un rincón que llamo el Rincón de los libros muertos. Buenas obras permanecen en él sin que las coja nadie. Me da pena comprobar la indiferencia hacia los libros que ha producido la actual cultura audiovisual. Pero los que más pena me dan son los que al ojearlos compruebo que están dedicados, porque ya no solo es el desprecio al libro, sino al afecto de una persona que escribió una frase afectiva.

Al llegar a Casa, después de recoger los libros de Correos, mi mujer y yo les echamos las primeras ojeadas deteniéndonos más en el de poesías. Leímos varias y la verdad es que nos gustaron. Pero al día siguiente empecé a leer la novela y de lo que llevo leído a mi juicio es más poeta que novelista.Vicente tiene dotes poéticas que las patentiza no en la juventud enamoradiza, cuando de poetas, quijotes y locos todos tenemos un poco, sino en su jubilación.

Dejé de leer a Vargas Llosa por leer a Albalat
Estaba leyendo Pantaleón y las visitadoras de Mario Vargas Llosa, que trata sobre una planificación de prostitutas para el ejército en el Amazonas. Lo dejé por leer la novela de Albalat. Hay publicidad de libros, revistas sobre crítica de libros, suplementos como Babelia en El País o El Cultural de El Mundo por ejemplo, que nos dicen lo que hay que leer o destacan determinadas obras, pero por muy bien que los pongan prefiero leer las obras de los escritores cercanos como las de ZacaríasVicente Barberá y otros. Así que dejé la de Vargas Llosa y empecé con la de Albalat
Respecto a la novela que lleva por título Lucas Luna me está produciendo la impresión como si fuera un diario del autor que se esconde con ese nombre. Amistades, ligues, viajes, vivencias varias apartadas por años se acumulan en su contenido: París en autoestop en tiempos en los que los curas desde el púlpito lanzaban sermones contra el pecado de la carne y amenazaban con castigos inimaginables, Eva si primer amor, Rusia país en el que descalifica al comunismo por su miseria y opresión; viaje en tren de los de entonces a Madrid, el trabajo como voluntario en las Hulleras Anexas de Sabero; África y el hotel Gorongoro; su encierro en un calazobo; su matrimonio en 1965 en Alemania, el nacimiento de sus dos hijos y el traslado del domicilio conyugal a Barcelona; su separación; crítica a la República Democrática Alemana; agregado de Educación en Alemania en 1982; el informe con la secretaria que entrega después de una noche de placer; Jordi que firmó su cese y lo califica como una puta rata de cloaca; las turbulencias en un avión; el recorrido por la península con su Mercedes; su primer poema que le inspiró Mabel; su visita a Argentina y en especial al glaciar Perito Moreno, su viaje al extremo Oriente, a Méjico...y hasta aquí es lo que he podido leer hasta ahora.

Lo autobiográfico de las novelas
A diferencia de los ensayos a los que yo me dedico preferentemente, en los que tienes que documentarte para tratar de ser objetivo, si sigo con salud no me voy a quedar con ganas de ensayar otros estilos, porque la novela permite dar más suelta a la imaginación.
En los medios de comunicación social se distingue lo que es noticia de lo que es opinión, en las novelas hay realidad y ficción. La novela estará mejor o peor escrita pero a diferencia del ensayo, permite poner verdades y lo que se te ocurra como resultado de los recuerdos e imaginación, sin que nadie pueda tacharte de falso, erróneo o mentiroso. Dice Manuel Rivas que las novelas, en especial las primeras, son casi todas de tipo personal, y de las que leo veo que tiene razón. En la novela de Demetrio Fernández González Sinfonía de Praga traspira las aveturas de cuando fue destinado allí como agregado cultural. Como ha hecho Vicente Albalat cuando estuvo en Alemania, o como pudo haber hecho Pedro Caselles en su destino argentino

Albalat dice en la sobreportada del libro ¿Quién es Lucas Luna? ¿Un incorformista un tanto alocado que se poner la vida por montera para vivirla en libertad? ¿Un nostálgico del tiempo pasado que sin darse cuenta, rememora en momentos de soledad?

La biografía que se da de Vicente Albalat

En el doblez de la portada del mismo libro se da una pequeña biografía del autor, nacido en Els Ibarsos (Sierra Engarcerán), ha sido maestro, director escolar, profesor de educación secundaria, profesor de universidad e inspector de educación. Vicente Barberá  nació en 1937, en el año 1982 era subdelegado del Ministerio en Barcelona, se conserva en plena forma, y en las fotos que publica se le ve feliz. Doctor en Ciencias de la Educación ha impartido cursos y conferencias en varias universidades y ha escrito más de treinta libros. En 1978 obtuvo el Primer Premio Nacional de Ensayos José Ibáñez Martín, por la Didáctica de los valores en la escuela.
En el ámbito de la poesía ha sido fundador del Club Poetas del Ateneo y cofundador e El Limonera de Homero, con cuyo grupo ha participado en cuatro antologías poéticas. Ha organizado numerosos recitales populares, coordinado el Aula I de Poesía del Ateneo de Valencia y es responsable del ciclo Poetas en el Ateneo, creados en 2015. Ha publicado varios poemarios y participado en numerosas antologías.
Desde hace once años dirige un aula de Felicidad en el centro Reina Doña Germana de Valencia y ha escrito dos libros al respecto.

En el primer capítulo titulado Jubilación dice: En fin, borrón y cuenta nueva…Estoy cansado de tanta responsabilidad, de tanto cumplimiento del deber, de tantos informes y expedientes que no sirven de nada. No sé si leerá uno de mis libros, el que trata sobre los Inicios de la escolaridad obligatoria, porque da muestras de estar empachado de Pedagogía y Educación, como Zacarías lo está de los manuales de legislación educativa cambiante a los que califica de ladrillos.

En contra de los homenajes
Y poco más adelante dice: Y del homenaje que le hicieron los compañeros: siempre me ha sonado mal eso de las despedidas y agradecimientos por todo lo alto con un discurso de disco rayado: ‘Queridos amigos, hoy se acaba dejubilar nuestro estimado compañero Lucas Luna. Su vida ha sido un ejemplo…’ Menuda estupidez. ¿Y todo eso para qué?, ¿para presumir de bondad y aprecio por el jefe de la Unidad que poco antes comentaba con los compañeros mis vicios o defectos? Tanta hipocresía nunca ha sido de mi agrado. ¿Y los regalos haciendo que todos los demás miembros de la Unidad aportasen la parte correspondiente cuando a la mayoría le importaba un rábano el homenaje? Los prolegómenos, el discurso, los aplausos y, además lo que no te podían ver o te miraban con ojos crispados de envidia…Lo tenía claro, ¡no habría ninguna despedida oficial! ¡Que se la metieran donde les cupiese!


Víctimas del sistema
Dicho lo anterior voy a terminar refiriéndome a mi última obra publicada Víctimas del sistema. Estoy contento con ella, porque a medida que escribes vas perfeccionando el oficio, y especialmente con la portada en la que reproducto parte de una pintura de Nikolay Bogdanov-Belsky (1868-1945) maestro del realismo ruso, en la que se ve a un niño pobre que desde la puerta de un aula ve con sana envidia a unos alumnos que están dentro.

El texto es un relato bien documentado y escrito con amor a la tierra, de la escuela rural oscense en la segunda mitad del siglo XX y entrada en el XXI.
Está dividido en seis partes. La primera introductoria referida a la población y escuela rural, el primer curso de la posguerra y los libros republicanos en el franquismo.
La segunda dedicada a los alumnos pobres, a los fracasados, a las escuelas de difícil desempeño y suprimidas, y a los pueblos desaprovechados.
La tercera, con independencia de los muchos maestros, directores y personas que se citan en sus páginas (entre ellas el director de este diario), se centra en las escuelas de Basarán, Bentué del Rasal, Caladrones, Candasnos, Castilló del Pla, Escartín, Gestaín, Neril y Pertusa.
La cuarta está dedicada a los directores escolares suprimidos deteniéndose en la dirección de Grañén.
La quinta parte trata de los inspectores de educación y sus visitas, con referencia a varios, pero en especial a Alejando Manzanares y a doña Josefina Bescós, hasta la crisis y la supresión del Cuerpo.
Y la sexta está dedicada a los padres con atención especial al campesino oscense, a los hijos que se apartan de sus familias y a sus problemas, para terminar con la lección de saber ganar y perder.
Libro de 346 páginas ilustrado con diversas fotografías, al que se añade un índice, un prólogo una relación onomástica y una bibliografía, en el que cito a algunas personas cercanas.
La obra publicada por la editorial Letrame, merece estar en bibliotecas, museos, instituciones y estudiosos de la historia educativa oscense.
Puede adquirirse en la librería Másdelibros de Huesca, o con petición al autor a través del correo electrónico: riguba07@gmail.com
Espero que publiquen una referencia en el Diario del Altoaragón de Huesca y hacer más adelante con Luis Laiglesia una entrevista en Radio Huesca.

PASCUAL CASAÑ: CRÓNICA DE POETAS XXVIII (JUAN LUIS BEDINS)

Composición de José Luis Vila


JUAN LUIS BEDINS, LA POESÍA COMO EXPRESIÓN DE ESTAR EN EL MUNDO

     Esta nueva edición de “Poetas en el Ateneo”, celebrada el pasado 28 de noviembre, tuvo como protagonista al poeta valenciano, Juan Luís Bedins. Tras las palabras de Vicente Bosch, y las de José Montoro, quien trazó una semblanza sobre la trayectoria y evolución poética de Bedins, el creador y motor de esta brillante idea y prestigiosa realidad, Vicente Barberá, condujo el acto.

   Juan L. Bedins (Valencia, 1958) es escritor y poeta. Comienza a ejercer la docencia en 1982, año en que obtiene plaza por oposición. Ha trabajado también en la Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte. Entra a formar parte del panorama literario valenciano en 1984. Es socio fundador de la Asociación Literaria “El Sueño del Búho”. Desde enero de 2012 preside la “Asociación Valenciana de Escritores y Críticos Literarios” (CLAVE).

    Ha publicado seis libros de poesía: Sinopsis del olvido (Ed. Ojuebuey, Valencia 1991), Liturgia a siete voces (Ed. Instituto de Estudios Modernistas, Valencia 1994), Desde aquel balcón remoto (Ed. Instituto de Estudios Modernistas, Valencia 1997), Escucho otra cadencia en mi memoria (Ed. Páginacero, Valencia 2005), Tánger (Ed. Esvives, Valencia 2013) y Migración del alma (Ed. El Sueño del Búho, Valencia 2018).

   Tras el recorrido por diversos momentos de su vida a través del habitual recorrido fotográfico, Barberá procedió a su serie de preguntas:

  ¿Cómo puedes hacer tantas cosas? –inquiere Barberá, ante la intensa actividad que desarrolla Bedins.

      Aprovecho mucho el tiempo. Soy muy activo y me organizo bien. Todo es cuestión de programarse, de llevar una agenda y de organización. Y desde luego, de trabajar intensamente y con mucha ilusión. La motivación es muy importante. Tampoco necesito dormir muchas horas; unas pocas pero bien descansadas.

– Recién jubilado. ¿Cómo te encuentras en esta nueva etapa de tu vida? ¿Estás cansado de vivir? ¿Eres feliz?

      De cansado, nada. Fui muy feliz en mi etapa laboral como profesor y director de un centro educativo público. Y ahora afronto esta nueva etapa con una enorme ilusión, con muchas ganas de vivir y de llevar adelante mis proyectos literarios y culturales en general, así como otras actividades en la vida para las que antes no tenía tanto tiempo. Me siento un afortunado y soy tremendamente feliz.

¿Qué puedes decir de la Asociación Valenciana de Escritores y Críticos Literarios, CLAVE? ¿Cuáles son los méritos de un presidente como tú que llevas ya lo menos unos 8 años?

      Puedo decir que me siento muy orgulloso de ser el presidente de CLAVE. Llevo ahora ocho años como presidente, desde enero de 2012; es decir, dos mandatos. Y me presento el próximo mes de enero a una nueva reelección. Quiero dejar la asociación consolidada y completar los proyectos que aún nos quedan pendientes. Nuestra asociación ya tiene treinta y cinco años, y en esta última etapa ha crecido mucho, tanto cuantitativa como cualitativamente. Los méritos de este presidente pienso que son atender a todos los socios y socias por igual y lo mejor posible; ser una persona sencilla, cercana, y trabajar mucho. Hay que dedicar bastantes horas cada semana (más de las que pueda parecer) y hacerlo con alegría e ilusión.

– Tengo entendido que empezaste a interesarte por la poesía en la adolescencia leyendo a Bécquer, pero no veo en tus versos mucha influencia del romanticismo ni del modernismo. ¿Cómo ves la poesía actualmente?

      Es cierto que comencé a amar la poesía leyendo a Bécquer, que me parece el gran revolucionario de la misma; porque un lenguaje claro y sencillo que llega a todo el mundo dice cosas muy profundas y hermosas. Yo empecé a escribir imitándolo de mala manera, pero ahora mi poesía discurre por otros caminos. Pienso que es una poesía intimista, que ha adquirido un tono más reflexivo y discursivo.

Actualmente veo muy bien la poesía, pienso que goza de muy buena salud. En España, y en concreto en la Comunitat Valenciana, se están haciendo cosas muy interesantes y obras de gran calidad; contamos con autores y autoras excelentes.

 Escribes en el díptico que lo haces por necesidad y para conocerte a ti mismo y al mundo que te rodea. ¿Te conoces? ¿Cómo es Juan Luis?

Efectivamente, escribo por necesidad; a veces, por mera subsistencia. Para conocerme más a mí mismo y al mundo que me rodea. Para intentar entender aspectos de la vida. La poesía me ayuda a vivir intensamente y colma mi sed de trascendencia, porque como decía Caballero Bonald, “quien vive intensamente, vive eternamente”. Y con respecto a la otra parte de la pregunta, pienso que sí me conozco bastante bien. Aunque a veces no deja uno de sorprenderse de sí mismo. Soy un tipo sencillo y amable, generoso y entregado con la gente buena y leal. Me considero tranquilo, conciliador y educado. Tengo bastantes imperfecciones y defectos, pero eso lo dejo para los demás. Creo que soy buena gente.

   Las preguntas fueron complementadas con la lectura de algunos de sus poemas por ocho poetas:
  • Gloria Sevilla: Temido sol.
  • Alicia Flores: En la noche.
  • María de los Ángeles López: La vida es memoria.
  • Blas Muñoz: Otra vez el mar.
  • María Victoria Roig: Los sueños compartidos.
  • María José Hernández: Arde el lienzo.
  • Cecilia Lombardía: Despedida.
  • Virgilio Fuero: Arena, incierta pisada.

   Ya casi en la recta final de esta tarde poética, sin duda espléndida, Juan Luis Bedins procedió a leer algunos de sus más brillantes poemas. Y, finalmente, Vicente Bosch intervino para dirigir el coloquio y poner fin a la misma, invitando a la lectura del poema que figuraba en el díptico: “Asombro”.
                                                                                
Pascual   Casañ

miércoles, 4 de diciembre de 2019

RICARDO BELLVESER Y FÉLIX MOLINA CON VICENTE BARBERÁ EN LA PRESENTACIÓN DE "DESPUÉS DEL AMOR" EN EL AYUNTAMIENTO DE SILLA MAÑANA JUEVES, DÍA 5, A LAS 19:30



¿Y si el amor fuera como un lenitivo, analgésico o droga capaz de aliviar las penas, el mal humor y la tristeza del otro; un refugio donde encontrar la paz y la felicidad? Si fuera eso, ¿por qué no lo aprovechamos para vivir mejor?, ¿por qué nos empeñamos en complicarnos la vida con las separaciones, odios y otro tipo de maldades? Tal vez si nos comprendiéramos mejor, si no fuéramos egoístas, si no…

VERME DESDE TUS OJOS

A veces estoy triste,
otras, ausente.

Préstame
tus ojos para verme
y no cortes mis alas ni cierres mis caminos.

Si sueño…
Si estoy soñando deja que me mire
desde tu alegre rostro.

Y si al amanecer
mi fuego has apagado
y no surcas el aire como oréada en vuelo,
tranquilo me verás,
presto para robar todos los horizontes.

Pero si vuelvo triste cuando la noche apunte
o mi gesto es feroz,
no temas,
cúbreme con tus besos y aligera mi llanto:

soy yo que no me siento.

(Vicente Barberá Albalat, Después del amor, Olélibros 2018)

martes, 3 de diciembre de 2019

RIO LA MIEL

VICENTE BARBERÁ ALBALAT EN SILLA: "DESPUÉS DEL AMOR"



Estimado amigo:
Y ¿qué pasa si sin ti, sin ese amor que pasado, presente o futuro no aparece con claridad, si te encuentras solo ante su ausencia? Siempre igual, la soledad forzada; la soledad que no deja sosiego y el silencio ante la vida y la esperanza. Por eso —Novalis de nuevo—: “En cada momento está el hombre anhelando y haciendo poesía”. La poesía como terapia y eslabón entre el ser y el no ser.

VIDA SIN TI

Con mis manos sujeto este diario
en las noches que el sueño no me duerme.
Los espacios vacíos de sus hojas,
ya no podré llenar.

En los ausentes besos 
no encuentro la esperanza
para encender tu voz.
Y en el ruidoso ocaso de mis años
casi borrar no puedo mis heridas.

Un inclemente invierno se presiente
en el viejo desván de mis querencias.

(Vicente Barberá Albalat, en Después del amor, Olélibros 2018)