martes, 26 de abril de 2016

VIII RECITAL POÉTICO EN EL CENTRO REINA DOÑA GERMANA

Estimados amigos:

Como ya va siendo habitual desde hace ocho años, dentro de la Semana Cultural del CFPA Reina Doña Germana (ver en el cartel), va a tener lugar un recital popular con la lectura de poemas por parte del AULA DE FELICIDAD y otros alumnos y poetas.

Estáis todos invitados y sería un placer contar con vosotros.


CENTRO UNESCO VALENCIA-MEDITERRÁNEO EN EL ATENEO MERCANTIL DE VALENCIA




sábado, 23 de abril de 2016

PEDRO J. DE LA PEÑA EN POETAS EN EL ATENEO


   

V ENTREGA DE POETAS EN EL ATENEO.
PEDRO J. DE LA PEÑA

El día martes 19 de abril, a las 19 horas, como es habitual, tuvo lugar en la sala Sorolla del Ateneo Mercantil de Valencia una nueva lectura homenaje a un poeta cántabro, pero afincado en la cultura Valenciana, Pedro Jesús de la Peña.
Introdujo el acto Vicente Bosch con unas palabras de bienvenida a los asistentes y haciendo notar  que el Ateneo está apostando fuerte por la poesía y constatando, ante el lleno del salón Sorolla, el creciente buen recibimiento que está teniendo esta iniciativa de poetas en el Ateneo.
Vicente Barberá Albalat propuso un minuto de silencio, que se guardó solidariamente, por las víctimas del terremoto de Ecuador, nuestros hermanos.
Vicente Barberá presentó luego al autor, de quien destacó cuatro características: Pedro Jesús es docente universitario, con ejercicio en Valencia y fuera de España; es investigador, con obras sobre Blasco Ibáñez, Miguel Hernández, Bécquer, etc.; ha sido infatigable viajero y es un escritor completo en narrativa y poesía.
Tras enumerar su extensa obra, destaca su libro “La zarza de Moisés”, una compilación de lo mejor de su poesía.
A continuación Barberá entabla un interesante diálogo con el poeta sobre los requisitos necesarios para la creación poética, como son la inspiración, la imaginación y la sensibilidad. De la Peña se inclina por la importancia de la inspiración que le llega al poeta de afuera de sí mismo, quizá del poderoso creador del universo: el poeta se declara creyente. Pero añade otros requisitos como son la cultura, el leer poesía, y el practicar las reglas de la poesía clásica (Dice que sus poetas favoritos son los romanos, y los clásicos españoles, Quevedo, Lope, y lo que él llama el flujo de la poesía en español. Sin incursionar demasiado en las corrientes modernas, admite influencia de los poetas del 27).
Siguiendo la idea motriz de que el público conozca al autor y no sólo su obra, para aprender de su experiencia vital, se proyectan algunas fotos del poeta con otros autores (Antonio Gala, Carmen Martín Gaite, Félix Grande, José Hierro, Vargas Llosa, Luis Alberto de Cuenca, Gil Albert y César Simón, etc.) que el poeta va comentando. Con ellas se va ilustrando su biografía y  sus viajes. También se proyectó una ilustración videográfica del poema “Horquillas”, todo montado y recitado por Virgilio Fuero.
Pero en estos encuentros no puede faltar la lectura de poemas, y siempre es interesante ver la selección que hace el propio autor y las que eligen los lectores, habitualmente del Aula de Poesía I del Ateneo y del “Limonero de Homero”. Entre éstos, Blas Muñoz, tras evocar 50 años de amistad, leyó el poema, “Homenaje sencillo a la belleza” del libro “Teatro del sueño”  Por parte del Aula I leyó, Miguel Martínez  un poema sobre César Simón, titulado “El viento”.
El poeta quiso, antes de comenzar a leer sus poemas, hablar de poesía y entregarnos su poética que resume fundamentalmente en la inspiración o magia, en el instante glorioso de la creación, en el que surge de nuevo un fuego aparentemente apagado y  que es como la zarza de Moisés que arde interminable hasta cuando ya es ceniza. Dice que el poeta pertenece a la clase de hombres que cuidan del alma, con los psicólogos y los sacerdotes. Destaca el valor terapéutico de la poesía. A continuación leyó “Cantidad del fracaso” (quizá poesía para salvación de suicidas) y, tras otra tanda de preguntas, continuó con poemas como el dedicado a la muerte de su padre, del que hizo una emocionada lectura, y confesó no haber admitido todavía su desaparición. Como ejemplo de soneto en alejandrinos leyó “Mapamundi y nos alertó sobre la pretensión de algunos autores actuales de convertir en poesía cualquier cosa fuera de ciertas normas. Continuó con un poema cómico, “La habilidad de los monos”, que ilustra y critica lo anterior. Y luego con poemas como “El viaje sin fin” o “La casa del padre”, para terminar, ya avanzado el coloquio, con dos poemas sobre uno de sus temas favoritos, su amor por los caballos: “Envejecemos juntos” y “Los caballos”.
 Estos poemas y preguntas dieron paso al animado coloquio final, en el que también participó el público. En él cabría destacar las intervenciones sobre las emociones, alegría y dolor, recogidas en los poemas y su valor terapéutico (Chelós), sobre los viajes o la inmovilidad de los poetas (Pessoa, San Juan de la Cruz, Gil Albert, etc. citados por Joaquín Riñón) o sobre la inspiración: Dios inspira el primer verso y los demás hay que escribirlos, pero en todo poema verdadero hay algo de sobrenatural, aunque haya también otros elementos racionales.
La sala se llenó; entre las asistentes se encontraban grandes poetas valencianos, como Teresa Espasa, Blas Muñoz, Pedro José Moreno, Pascual Casany, Ricardo Llopesa  etc.  y un numeroso grupo de jóvenes alumnos y seguidores del Aula de Poesía I, del Ateneo.

Antonio Mayor.



CENTRO UNESCO VALENCIA-MEDITERRÁNEO EN EL ATENEO MERCANTIL DE VALENCIA


MARÍA TERESA ESPASA EN LA RECEPCIÓN DEL PREMIO VICENTE GAOS


Recuerdo del acto de entrega del premio Ciudad de Valencia en el Hemiciclo del Ayuntamiento, rodeada de algunos de sus muchos amigos entre los que se encontraban los miembros del Limonero de Homero. 

 

lunes, 18 de abril de 2016

PEDRO J. DE LA PEÑA EN POETAS EN EL ATENEO

Os espero a todos los que podáis asistir. Un abrazo.

WHAT’S WRONG?

Miro abiertas mis manos como estrellas de mar:
¿En qué me equivoqué si en su interior no hay nada?

Demasiado conozco la inasible respuesta:
«Esta arena que cruza, esta agua que se pierde. . .»
Porque es norma concreta de la antigua oblación:
nunca debe el guerrero perdonar a su víctima.

“El soplo de los Dioses” (1992)


domingo, 17 de abril de 2016

PEDRO J. DE LA PEÑA EN POETAS EN EL ATENEO


RECUERDO DE LA AMADA REFLEJADO EN LA ALBERCA

Pudieras melancólico en esta larga hora
dejar lacio el cristal, las venas azulencas
un sosegado estanque, la transparencia, el rostro
de un desteñido tono, conmovedoramente
mirada sobre el hielo de las aguas marchitas,
deshojar los rumores de un pálpito, su pálpito,
el tenue contrapunto de esta nada tan triste.

Pudieras cultivar, como si aún fueses niño,
la ausencia de la madre, nostalgias preteridas
sobre un tapiz mohoso de tinaja y de miedos,
y ser como esos muebles que gotean el polvo,
que arañan en el alma con su erosión de siglos
o mirar en el péndulo cuántos minutos quedan
para sentir un eco de persistencias triste.

Porque aunque fuese ingrata como una luna hermosa
tuvo siempre en el seno suaves notas, jazmines,
donde todos recuerdan ese inmenso gemido
de su frente, tan fría para rozar los olmos,
tan escasa otra mano para cercar la suya,
y cómo no, evocándola, sentir el reto henchido
de una piedra muy triste, todavía más triste.

Pues si perlas lloraba ahora en perlas se anega,
en la orilla escotada de una mar sin dulzura
que abrasa el corazón, ya la copa vacía,
ya sangrante nenúfar acariciar sus hombros,
sonreír, pues es tierna la piel en ciertos sitios,
y deshacerte amando, todo tu pecho de agua,
mientras miras sus ojos donde un zafiro brilla.


“Círculo de Amor” (1972)

sábado, 16 de abril de 2016

PEDRO J. DE LA PEÑA EN POETAS EN EL ATENEO

NORMAS NOVÍSIMAS

La fiel caballería fue invitada,
casi en bloque, al gran baile de la duquesa rusa.

Al repicar del alba, los húsares y ulanos
se armaron confiados para la cruenta lucha.
Coraceros ydragones les envolvieron por sorpresa
en una escaramuza sagaz como la niebla.

Relinchaban los potros, y en la extensa llanura
retumbaba el zumbido de cascos y metralla.

Entrechocaban los aceros, los sables relucían,
y el cornetín, sangrante, llamó a la retirada
cuando murió el alférez portando el necio trapo.

Un montón de gusanos quedó sobre el terreno
de uniformes raídos y empapados de barro.

“Ojo de pez” (1982)