domingo, 31 de enero de 2016

VICENTE BARBERÁ ALBALAT



MI AMIGO JOAQUÍN

En verano el sol era inclemente,
quemaba hasta en los pliegues de la sombra.
Jugábamos felices en la era,
subidos en el trillo,
mientras el mulo daba vueltas
cansado pero atento a nuestras risas.

Corríamos, saltábamos, gritábamos
entre la paja ardiente.

Al aventar el trigo
el polvo penetraba en nuestros ojos
y luego, al acabar,
regábamos con agua nuestros cuerpos.

Cómo os recuerdo en este instante
Fermín, Joaquín, Juan.

El cura y sus rosarios…
Las abuelas, sus gritos y desvelos…
El horno con su pan recién cocido…
Los higos a secar en un cañizo…
El frontón y su raya de hojalata…
Las cabras del rebaño…
  

…Y aquella tarde triste en que Joaquín
compitiendo insensato en el trinquete

dejó de respirar entre mis brazos.

(De Amor y Sombras, Paginacero, 2014).


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