POESÍA
Dejando
vas —entrando por la puerta—,
melodías
de sones ya escuchados
que, por
hermosos, suaves, delicados,
ayudan a
vivir a mi alma muerta,
anulada...
Y entonces, descubierta
tu figura
sutil y tus amados
labios,
ojos y besos, tan preciados,
mi esperanza
de nuevo se despierta
y amanecen
los días con dulzura,
se
estremecen las flores de alegría,
los
espejos reflejan tu hermosura…
Amigos, de
verdad ¡quién lo diría!
¿Habrá
llegado el fin de mi locura
o es ella
que se vuelve poesía?
(DE AMOR Y SOMBRAS, paginacero, 2014)
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