miércoles, 7 de diciembre de 2016

RAFAEL SOLER EN POETAS EN EL ATENEO


En  Los sitios interiores (sonata urgente)  (1980) 

Canto a un grillo viejo y mío

Esta es la prisa por volver
encontrar tu cabellera haciendo siesta y tarde
tiempo para contar la hierba donde habitas;
¿a quién le importará la inmensa largura
de tu canto?
¿quién supo de ti para alabarte?
Estabas allí
en soledad sin estrenar
pendiente de la tarde que volvía
sumisa a su corteza;
¿a quién le importará si sigues en la higuera
tristón
hecho unos zorros con la paciencia cubierta
de  intemperies?
¿quién eres tú para comprar ningún destino,
ver al hombre que soy aunque no puede?
Tenías a tu espalda
el corazón de agosto y la prueba de los nueves,
la lucha por hacer de cada avispa un cementerio
y el pez que reía en la escollera
- erre que erre-
sin acordarse nunca de nosotros.
Ahora tengo prisa. Y llevo dentro
un viejo cordel por si me sirve,
la pluma y mi navaja para verte.
¿Quién dijo que habría otro verano,
que nunca nunca nunca seríamos mayores?
Tú,
gruñón de soliloquios,
guardabas en la caña lo que viene, esto que es,
y la lluvia mojando mi infancia desde abajo
para borrarla mejor y para siempre;
tú,
filibustero,
tramposo jugador aventajado,
cantabas para mí un réquiem de leyendas,
picabas mi costado y luego, entre las ramas
perdidas de un tebeo, limpiabas tu llanto
de grillo prematuro: sabías como nadie
que era la muerte del Jabato, mi última batalla cosida al calcetín.

Y ahora tengo prisa. Porque los grillos
entérate, sabelotodo,
se mueren despacito, entre dos años,
con su bastón de anís y su mochila.
Al sol, como pedían.

No hay comentarios: