martes, 26 de marzo de 2013

RAIMUNDO RIVAS


En Cartagena de Indias

  
En mi viaje a Bogotá, cayó en mis manos un interesante libro ilustrado titulado HISTORIA DE COLOMBIA NARRADA EN VERSO A LOS NIÑOS, de Raimundo Rivas, editado por Seguros Bolívar en 1998. Es un libro de extraordinario mérito iluminado con dibujos muy bien logrados y con más de 450 décimas en 216 páginas de gran formato. Como el lector comprenderá 450 décimas no es cualquier cosa si, además, la mayoría de ellas están sumamente bien elaboradas y resueltas con una naturalidad que exige gran pericia y profesionalidad por parte de su autor, máxime cuando hay que sujetarse a personajes reales con vidas reales y con peripecias que hay que reflejar a lo largo de la historia de manera adecuada.

   Al regresar a España le dediqué unos instantes al autor y pensé que podía conocerlo a través de Internet. Abrí, pues, el ordenador y consulté las páginas correspondientes pero al cabo de varias horas desistí de mi empeño y me sentí derrotado, como me ocurre otras muchas veces, por el poderoso “Caballero de la información”. Así que no fui capaz de averiguar su segundo apellido para entrar firmemente en su vida y obra aunque me temo que vivió entre los 1889 y 1946, siendo un importante versificador e historiador. Dejo para personas más expertas para completar unos datos que lamentablemente no os puedo dar, pero sí os puedo decir que en la obra de Raimundo se hace referencia a una pléyade de personajes comenzando por Cristóbal Colón en su cuarto viaje (para algunos historiadores inexistente según contradicciones en los epitafios de la tumba de uno de sus hijos), para terminar en 1830 con la muerte del Libertador Simón Bolívar, en S. Pedro Alejandrino si no estoy mal informado.
En Bogotá

   A través de sus versos desfilan personajes de tanto valor histórico y político como Alonso de Ojeda, Juan de la Cosa, Américo Vespucio, Núñez de Balboa, Francisco Pizarro, Fray Domingo de las Casas, Pedro de Heredia, Sebastián de Belalcázar, Lope de Aguirre,  Drake, Antonio Nariño, Simón Bolívar, Pablo Morillo y un largo etc. Tal vez os pueda recomendar la biografía de Antonio Nariño (1765-1823) por su importancia para comprender  la vida y peripecias de un personaje fundamental para la independencia de Colombia.

   No he sido capaz de encontrar una foto de Raimundo Rivas sin riesgo a equivocarme pero sí tengo el tesoro de la última décima de su extraordinario libro:

Una enseñanza la Historia
afirma con elocuencia:
que es siempre la intransigencia
fuente de males notoria;
que hace labor meritoria
y es figura de prestancia
quien practica con constancia
para los propios y extraños
previniendo muchos daños,
la gran virtud: tolerancia.  

2 comentarios:

Blas Muñoz dijo...

Vicente, interesante artículo. Permíteme sin embargo una leve corrección: al transcribir la décima has fusionado los versos 6 y 7 en uno solo dejándola en 9 versos. la décima original dice así:

Una enseñanza la Historia
afirma con elocuencia:
que es siempre la intransigencia
fuente de males notoria;
que hace labor meritoria
y es figura de prestancia
quien practica con constancia
para los propios y extraños,
previniendo muchos daños,
la gran virtud; Tolerancia.

Y otra precisión, interesante para el que quiera acceder a la obra completa: está toda ella en este enlace: http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/ninos/hcve/indice.htm

Por cierto, según figura en esta edición digital, la décima transcrita no sería la última sino la penúltima. Al pinchar en el subenlace correspondiente a la parte final del libro (http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/ninos/hcve/hcve05e.htm, la última décima es ésta:

Hoy la Patria colombiana
las demás del Continente
ve afecto creciente
y de todas es hermana;
la diadema soberana
de la paz debe ceñir,
en ella ha de subsistir
el patriotismo sagrado:
mira serena al pasado
y orgullosa al porvenir.

Un abrazo.

vicente barberá albalat dijo...

Gracias Blas.

Eres un amigo extraordinario y estás en todo. Fue un gozo leer el libro en su edición colombiana y lo es más el tener lectores como tú.

Por cierto, os acabo de remitir un correo de Soledad Sánchez en el que te nombra.