viernes, 23 de mayo de 2014

ANTONIO MAYOR SÁNCHEZ

De izquierda a derecha: Joaquín Riñón,
Antonio Mayor, José Luis Vila y Blas Muñoz.
¿Qué más puedo yo decir sobre Antonio?
Antonio es un amigo generoso y un tipo formidable por sus valores humanos y cualidades artísticas. Envidio sanamente su capacidad de captar la belleza desde cualquier ángulo; de vislumbrar más allá de sus adornos periféricos. Dice Rabindranath Tagore: aunque arranques los pétalos, no privarás a la flor de su belleza. Antonio transforma la forma en esencia y se adentra en el terreno del misterio destilándolo metafísicamente hasta lograr una nueva belleza deslumbradora. Es un alquimista que fabrica imágenes y las combina magistralmente.
En su libro LARGO LAMENTO DE BREVES que obtuvo el premio LITERARIO DEL GOBIERNO DE CANTABRIA, INTERNACIONAL DE POESÍA GERARDO DIEGO, como venimos apuntando desde hace unos días, y que prologa otro buen amigo y LIMONERO, Blas Muñoz, muestra su pericia en la creación de escenarios sugestivos y deslumbrantes, consecuencia de su dominio encomiable del lenguaje. En el libro trata la vida y la muerte en la escenografía de un bosque “del que nunca salimos” como dice Rilke en una cita utilizada por Antonio, por supuesto, hasta que se nos lleva la muerte. Utiliza como intérpretes que salen y entran del escenario la lluvia, los pájaros, el desengaño o el silencio, por citar solamente algunos.
Divide el libro en 6 capítulos el primero de los cuales consta de 10 pequeños poemas de grandes dimensiones en los que aparecen la vida, el amor, el silencio, la amistad, la soledad, la muerte, la nostalgia…, pero sobre todo el amor como veremos en los que hemos seleccionado.
He de añadir, no obstante, que la poesía de Antonio, siendo enormemente sugerente, no es fácil porque abarca registros finos y metafóricos muy sutiles. Ello, por otra parte, puede ser un reto para el lector que busque una interpretación en la primera lectura para dejarse mecer en las siguientes por el viento del bosque que es aliento…, silencio de los pájaros…, paraje de nieve…, amor… , y muerte.
Una gozada amigos y una experiencia que os invito a vivir.

II
En la blancura más extensa
                                del silencio
hubiera caminado contigo
                                infinitamente,
hasta la extenuación.


III
Me levanto en la noche
para añadir pisadas
al paraje de nieve
donde te busco.


IV
Senderos vuelan bajo los árboles
que cierran verde un cielo ausente.
Nos cruzamos. Yo iba, tú venías.
Con los cabos de vida hicimos
el nudo del amor y la muerte.

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