TUS LLANTOS DE ESPUMA
I
Ya no hace
falta
que me des
nada.
Puedes quedarte
con la espuma
que corona tu llanto.
que corona tu llanto.
Acércate
al silencio si me buscas,
desnuda el pino en tablas donde yazgo,
móntate en su caballo de madera
desnuda el pino en tablas donde yazgo,
móntate en su caballo de madera
y escribe
en esos libros ligeros como plumas
que en el viento se pierden.
que en el viento se pierden.
Y díselo
también a mis amigos,
que no me
traigan
la espuma de sus llantos,
la espuma de sus llantos,
ni los
rayos de sol,
ni la paja
de nido.
Que miren
cómo rompe
el águila los aires
el águila los aires
con su
pico de hierro
y sus alas
de escarcha.
Que quemen
mis recuerdos, ya de piedra,
en el
morir del alba
(pueden rociar con vino mis libros y poemas).
(pueden rociar con vino mis libros y poemas).
Y que
canten, si quieren,
pero que
escriban en los libros sin peso
ligeros como plumas.
ligeros como plumas.
II
Ya ha
pasado la tarde por la ermita.
En el pico
más alto los cuervos se han posado.
Escriben
en el libro
sin mirar
las palabras.
Se va
yendo la luz
y cierran
su brillo con tres llaves.
No me
traigas tus llantos ni su espuma.
En la
mansión oscura ha entrado ya la tarde.
Con ella
voy. Me lleva.
Un pino
silencioso
acoge ya mi cuerpo
envuelto en el sudario
acoge ya mi cuerpo
envuelto en el sudario
de tus llantos de espuma.
(Vicente Barberá Albalat)
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