VARIACIONES Y FIGURAS SOBRE UN TEMA DE LA BRUYÈRE
(Madrid,
Visor, 1974)
PÁESTUM
Los dioses
nos observan desde la geometría
que es su
imagen.
Sus
templos no temen a la luz
sino que
en ella erigen el fulgor
de su
blancura: columnatas
patentes
contra el cielo y su resplandor límpido.
Existen en
la luz.
Así los pueblos bárbaros
intuyen el
tumulto de sus dioses grutescos,
que son
ecos forjados en una sima oscura:
un chocar
de guijarros en un túnel vacío.
Aquí los
dioses son,
como la
concepción de estas columnas,
un único
placer: la inteligencia,
con su
progenie de fantasmas lúcidos.
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