lunes, 5 de marzo de 2018

EL LIMONERO DE HOMERO EN EL MUSEO DE LA CIUDAD




EL ÉXITO [1]

(Cadena con eslabón roto)


            “Me duele el alma”,
dijo el poeta lírico:
            se la vendaron.

            Se la vendieron
en pública subasta,
            por unas liras.

            Por un delirio
de rimas consonantes
            al modo itálico.

            Y tal y como
el sentimiento iba
            lueñe del verso,

            así sus sueños,
que yertos le dejaron
            la boca fría.

            Sufría poco:
supo fingir amores
            y hondas tristezas.

            Y fue trenzando
poemas envolventes
            con esa música.

            Con esa máscara
noble del artificio
            de las palabras

            labró su gloria
adocenada y tibia
            de orla y casino.

            Casi no supo
darse cuenta del vértigo
            de su peana.

            Pero la pena
le reclamó el tributo
            que le debía,

            y un día vio,
frente a su vana obra,
            la nunca escrita:

                        […]

fiebre en sus labios,
pasional vida en juego
al  todo o nada.

Sintió dolor.
Verdadero dolor.
Pidió un remedio:

“Me duele el alma”,
dijo… y le aplaudieron:
Se la vendaron.

BLAS MUÑOZ



[1] . Finalista del XXI Premio de Poesía Villa de El Escorial 'María Fuentetaja'. El Escorial, noviembre 2012.

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