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| De derecha a izquierda: Juan Luis Bedins, Antonio Mayor, Joaquín Riñón, María Teresa Espasa, Vicente Barberá y Blas Muñoz. |
LOS NOMBRES
Los nombres sucios del amor
—gemidos en papel de estaño—
los guardo bajo la cama.
Evoco los nombres de ángeles,
sus escalas de pluma, los coloco.
Los nombres de ellas,
con sus imperfectos, con sus tormentas,
sus esclarecidas pieles, sus oscuras palabras,
sus navíos, sus misterios alejándose o brumas.
Ellas eran como nombres de pájaros
en lejanas cartulinas, flores de estufa,
geografías intactas detrás de los biombos:
las esferas, los abalorios, los desdenes.
Los gestos de yeso policromado,
en sus devocionarios secretos,
los reclinatorios donde gimen
rozadas, rosadas rodillas.
Ya no dicen.
Los nombres ya no dicen su diccionario,
mudo devocionario.
Ausencia de alfabeto
con el que deletrear la ausencia.
(ANTONIO MAYOR)
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