martes, 20 de agosto de 2019

VICENTE BARBERÁ: DESPUÉS DEL AMOR


Estimados amigos.
     El pasado sábado a las 4 de la mañana ya no podía dormir. Me ocurre frecuentemente en verano cuando el calor se pega a mis costados y el sudor me invade. Entonces estiro el brazo y, a ciegas, coloco mi dedo índice sobre el botón de búsqueda automática de la radio portátil, que me acompaña en la cama, y presiono cuando oigo una voz. De pronto el indicador numérico se para en la señal de RNE-R5-España a las 6 de la mañana, y escucho el saludo cotidiano. Todos ellos son una extraordinaria inyección de ánimo para iniciar el día aunque no hayas pegado un ojo. Para terminar el mensaje, el locutor dice: “¡Cuándo serán noticia la caricia y el beso!”. ¡Vaya hermoso alejandrino con que nos deja! Me quedo con la frase y me recreo: “¿Cuándo serán noticia la caricia y el beso?” La verdad es que estamos fatigados, tenemos los tímpanos cansados de oír tantas calamidades y miserias.
     ¡Que no se lleve nunca la tristeza los besos y caricias! ¡Que los duendes invadan y alegren nuestro sueño!




MADRE

A María Teresa Espasa

¿Cuándo vendrá la noche
con su tenue dulzura
     para alegrar tu rostro,
     para soñar con duendes,
                  con besos,
              con caricias,
y así no vuelva nunca la tristeza?

Tus arrugadas manos
son débiles recuerdos de antiguas esperanzas,
        son nudos de otros árboles,
              son fragua de otros hierros.

Y en tus ojos se ve,
   perdido en la espesura,
   un grito, un desespero,
             un corazón herido
                                    en la senda inclemente
                                    del túnel que te espera.

(De Después del amor, Olélibros, 2018)

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