DE "PROCESO DE
ADIVINACIONES"
(1981)
LA
OFRENDA OCULTA
Retablo
de ex votos
Tal cantidad de ex votos
constituye
una insólita revelación de
prestigio
en este tiempo escaso de
milagros.
Mirad, si no, el abrumante
acopio
de figuras de cera y
ofrendas prodigiosas:
unas viejas muletas de quien
ahora anda con pie propio
o los ojos de vidrio que dan
cuenta
de la visión recuperada.
O, en plata repujada, el
miembro viril de un niño.
La cera y los metales y las
bellas maderas ennoblecen
al cuerpo fragmentado y a
sus símbolos.
Es fácil entender por esto,
acaso,
la complacencia que en tus
ojos brilla.
No la avaricia que quien celos
siente
de tesoros tan propios te
atribuye.
Vistas las causas en
ingenuos relatos, además objetivos,
nadie podrá desmerecer tu
gloria,
restar importancia al
ejercicio
de tu fuerza remota, tu
poder o influencia,
jactándose tal vez de un
buen conocimiento
de maneras de obrar
interesadas.
Otra cosa es que al hombre
no le baste el milagro
y base en tal razón todo
afán de recuerdo.
O quién sabe si aspiras con
estos testimonios
a infundir el temor en todo
miembro sano.
Has de saber que cualquier
miembro teme
convertirse en escoria,
pero les da esperanza saber
que en plata o cera
podrán recuperarse
agradecidos.
Así lo testimonian unos
hermosos pechos
que en calor de liturgia
derriten sus pezones,
perfumados de incienso en
blando estío.
Mas hay algunos miembros que
temen no encontrarse
jamás en tu retablo.
Por eso quienes traen sus
ocultas ofrendas, te suplican
que las arcas secretas
acojan en su seno las formas
excitantes
de los miembros rotundos.
Admitirás quizá
cualquier posible indulto de
visión
de las fálicas formas,
pues según los dictámenes de
la moral al uso,
cumplieron la sentencia de
función clandestina.
Y bastó un argumento en la
condena:
cualquier miembro al crecer
deja atrás su inocencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario