MUJER DE FUEGO Y AGUA
Sólo eres verdad en el
silencio.
GAMONEDA
Sólo por un instante apenas,
esta noche
te quedarás conmigo, mujer de fuego y agua.
te quedarás conmigo, mujer de fuego y agua.
Cuando en la rambla luego me
despierte cansado,
todo habrá sido nieve y en el roble, dolido,
no verteré más lágrimas. Dame al menos tu risa,
roca de fuego y llanto, para que en cada sueño
todo habrá sido nieve y en el roble, dolido,
no verteré más lágrimas. Dame al menos tu risa,
roca de fuego y llanto, para que en cada sueño
vuelo de vida y aire, pueda
siempre tenerte.
Mujer de fuego y agua que
emerges de la arena
en tus labios reposan rosas y mariposas
libándote mi beso, mientras lejos el búho
con sus ojos desvía el silbo de mi noche.
en tus labios reposan rosas y mariposas
libándote mi beso, mientras lejos el búho
con sus ojos desvía el silbo de mi noche.
Cuando la dicha vuelva con su
desdén sereno
me hallarás en un canto bebiendo miel amarga
de la endeble cosecha de nuestro amor perdido
me hallarás en un canto bebiendo miel amarga
de la endeble cosecha de nuestro amor perdido
sin luz y en la negrura que
dejó tu partida.
Cuando la tarde añil se asome a
mi tejado
la seda de las sábanas, que cubrieron el vértigo,
me negará la fronda de tu cuerpo anhelado
mientras lejos, la luna, se perderá en la rambla.
la seda de las sábanas, que cubrieron el vértigo,
me negará la fronda de tu cuerpo anhelado
mientras lejos, la luna, se perderá en la rambla.
Mujer de fuego y agua eras sólo
el augurio
de las cosas perdidas que nunca
amanecieron.
Sólo fueron puñales en mi costado herido.
Sólo fueron puñales en mi costado herido.
(Vicente Barberá Albalat en Después del amor, Olélibros, 2018)
2 comentarios:
Bellísimo maestro!
Feliz año!
Gracias amiga Conxa.
Tú también tienes excelentes poemas.
Un abrazo.
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