CONFERENCIA
"ZARISMO
& COMUNISMO Y LA RUSIA ACTUAL"
POR PEDRO J. DE LA PEÑA
CONFERENCIA
Y PRESENTACIÓN DE LIBRO: Pasión y muerte de los Romanov
Miércoles,
16 enero de 2019, a las 19.30 en el CASINO DE AGRICULTURA DE VALENCIA,
C/Comedias, 12, 46003 VALENCIA
RUSIA DE LOS ZARES
Desde el reinado de Pedro I El
Grande hasta la desaparición del zarismo hubo grandes zares que hicieron crecer
a Rusia y algunas etapas de tiranía y malestar.
Pero si entráramos en la etapa
última del zarismo vemos que el legado que se dejó fue benéfico, aunque pasara
por algunas situaciones desagradables. Nicolás I por ejemplo fue un zar
autócrata que gobernó Rusia desde 1825 pero tuvo que sofocar la insurrección de
los decembristas que se rebelaron contra él por su desacuerdo con los aristócratas.
Las tropas del zar los atacaron y mataron y por ello existe una plaza de los
decembristas que recuerda a aquellos insurgentes que fueron ejecutados.
El zar cambió la legislación en
1830 y participó en la guerra contra Turquía derrotando a la marina turca en
Navarino, y finalmente se ganó la admiración de su pueblo con la conquista de
Crimea en cuya guerra participó el gran escritor Lev Tolstoi.
Rusia quería ser grande pero tuvo
también algunos momentos de debilidad política. Por eso en 1867 los rusos tuvieron
que vender sus posesiones de Alaska a los EEUU y abandonaron por completo su
expansión hacia occidente para abrirse a las fronteras orientales.
Las distintas guerras tuvieron
desiguales resultados y en el año 1861 el zar Alejandro fue asesinado por unos
terroristas enemigos de la política del zar. Ello provocó el inicio de una
maravillosa iglesia a la que se denominó “El precio de la sangre” y que figura
como uno de los grandes monumentos de San Petersburgo. Curiosamente el motivo
de su muerte era que el zar había prohibido la esclavitud que practicaba la
nobleza y se supone que fueron los propios terratenientes quienes estuvieron
detrás de este atentado.
Alejandro III volvió a la guerra
exterior, derrotó a los afganos y expandió los territorios rusos de oriente.
Participó también en la búsqueda de una expansión marina que permitiera a la
flota rusa avanzar hacia Europa pero no tuvo fortuna en ese intento. En 1894
murió en su magnífico palacio de Lavidia.
Su hijo Nicolás II tuvo el mérito
de iniciar la construcción del ferrocarril que logró convertir a Rusia en una
potencia europea de carácter moderno, llegando a ocupar la plaza de Port Arthur
y expandiéndose por el oriente de Europa. Desdichadamente para los rusos, en
1905 perdieron la guerra contra Japón y la marina quedó destruida sin llegarse
a reponer posteriormente.
Nicolás II abrió las puertas de la
democracia y aceptó la Duma como instrumento de las discusiones de los
distintos partidos políticos, entre los cuales estaba el llamado Partido Demócrata
que acabó convirtiéndose en el Partido Comunista a la llegada de Lenin al
poder.
Puede decirse que el reinado de
Nicolás II fue aceptable y feliz hasta que en 1914 declaró la guerra a
Alemania convencido de la superioridad del ejército ruso en número de soldados.
Las guerras no se ganan por el
número de soldados sino por la potencia de los ejércitos y la dirección de los
mismos. En esos dos asuntos los alemanes, mucho mejor preparados que los rusos
logaron importantes victorias que desprestigiaron al zar.
El nacimiento de una gran respuesta
contra las decisiones del zar y sus militares causaron la muerte de cientos de
miles de rusos y Nicolás II salió desprestigiado de aquellas derrotas al haber
él asumido el mando del ejército.
Tras ello llegó la revolución.
No hay comentarios:
Publicar un comentario