(EN EL SEGUNDO ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE MI MADRE)
-->
MADRE
¿Cuándo vendrá la noche
con su tenue dulzura
para alegrar tu rostro,
para soñar con duendes,
con su tenue dulzura
para alegrar tu rostro,
para soñar con duendes,
con besos,
con caricias,
donde no vuelva nunca la tristeza?
Tus arrugadas manos
son débiles recuerdos de antiguas esperanzas,
son débiles recuerdos de antiguas esperanzas,
son nudos de otros árboles,
son fragua de otros hierros.
son fragua de otros hierros.
Y en tus ojos se ve,
perdido
en la espesura,
un grito, un desespero,
un corazón herido
en la senda inclemente
del túnel que te espera.
un grito, un desespero,
un corazón herido
en la senda inclemente
del túnel que te espera.
(Vicente Barberá Albalat en Después del amor, Olélibros, 2019)
2 comentarios:
Tus arrugadas manos, son débiles recuerdos... ¡¡Qué bonito poema a tu madre!! Felicidades por esa sensibilidad a flor de piel, que caracteriza tus poemas. Un abrazo
No sé quiénes sois, pero recibid mi saludo agradecido.
Publicar un comentario