martes, 7 de noviembre de 2017

ANTONIO PORPETTA EN POETAS EN EL ATENEO



BOCETO PARA EL RETRATO DE UN POETA
(De “Cuaderno de los acercamientos”)

Tú puedes ver en el ardido leño
el altísimo árbol de su origen,
y en el reseco predio del rastrojo
desmelenados mundos de trigales;

consigues comprender el llanto antiguo
de la tarde en las alas del vencejo,
y construyes heroicas primaveras
sobre las hondas ruinas de la angustia;

hermano te respiras de los hombres
que rozan tu costado, y te dueles
con su mismo dolor, y les compartes
tu banquete de espigas y esperanza;

deshilvanas tus dudas cada día
pensando sin rencor ante el espejo
que la vida y la muerte son asuntos
eternos, pero siempre cotidianos;

aunque truecas tus horas por metales,
maniatado y vendido, sigues siendo
el rey indiscutible de tu frente,
con una libertad de viento y nubes;

enamorado estás de la palabra,
bulléndote ese amor entre los huesos,
y quieres horadar sus laberintos,
dignamente sufriendo sus ausencias;

nunca estuviste solo en tus buhardillas
porque es la soledad tu compañera,
y sabes escuchar entre sus brazos
la indomable ternura del silencio;

averiguas la alquimia del latido
y en los rojos crisoles de tu pecho
paralizas el vuelo del instante
rescatándolo al tiempo y su avaricia;

en la memoria llevas una llama
como una herida viva, y conoces
que eres capaz de navegar tu sangre
a la luz de esa llama y de esa herida…

Por eso
en la inmensa planicie de tus noches
dueño eres de todo un universo,
y te goza el prodigio frecuentado
de renacer ardientes manantiales
en el limpio volcán de tu garganta.

No hay comentarios: