De nuevo Francisco Caro, ese gran poeta que conocí casualmente en el primer encuentro de poetas de Gilet que, con tanto acierto, dirige Enrique Gracia con esa pléyade de escritores y fieles alumnos entre los que me encuentro yo. Es un placer siempre leer algunos de sus poemas como el que transcribo y que os invito a que disfrutéis de su lectura. Un abrazo a todos.
De la voz como estela
Sabed que no es la nieve
ni el camino,
sino la forma
del camino en la nieve
–nos advirtió.
La nieve nos
permite
marcar los
pasos,
cada pie
debe ser
trasladado
desde el sitio
que ocupa.
Es preciso por
ello
gozar lo andado,
guardar
con fe los
turnos
(hay un rigor
arqueológico,
tenaz en la
pisada peregrina)
contar, oír,
colocar
la palabra en la
cárcel de su huella,
buscar la
perfección
escueta del
lenguaje, del instante:
escribirla,
fijarlo
hasta lograr que
no
pueda alterarse
su forma sin
perjuicio
Luego, cuando
logréis
que la señal
trazada
os haga
inconfundibles,
llamadla voz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario