BUENOS AIRES
(En el aniversario de mi
visita
al “Viejo Almacén” de
Buenos Aires)
Parece
que no vuelves.
En la
foto tu rostro
atrae mi tristeza.
atrae mi tristeza.
Ya no
lloras primero y luego ríes.
Parece
que decirme quieras tantas
cosas
en este displicente invierno
que
hasta hiere las venas con su frío…
Me
atrapabas de noche, en la espesura
de
aquel local de barrio, hoy tan hueco,
donde
tus suaves besos esperaba.
Te conocí
entre mate dulce
y humo
de cigarros.
Dejabas
deslizarme entre tus brazos
como a
una hiedra ansiosa de abrazarte
Eras
gemido de gacela tierna
venero, amor y muerte en tu dulzura
venero, amor y muerte en tu dulzura
de
albero resplandor en la mañana.
Hoy ya
no estás conmigo.
Queda sólo
el canto gris de un viejo tango,
su acento en el brocal del universo
donde tus ojos brillan cada noche.
el canto gris de un viejo tango,
su acento en el brocal del universo
donde tus ojos brillan cada noche.
En el
Viejo Almacén de Buenos Aires,
grabada
en mi memoria,
estás
ausente.
(Vicente Barberá Albalat, Después del amor, Olélibros, 2018)
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