autor, médico rural y persona muy viajada y culta, recoge sus experiencias vitales y las
transforma en poemas emotivos, llenos de sensibilidad y nostalgia, consciente del
camino que, como todos, tienen un final. El amor, las cosas que se van perdiendo, los
problemas sociales son temas recurrentes en sus poemas.
Pienso que, como médico rural, tiene una ventaja sobre otros muchos poetas
porque, por necesidad, conoce la condición física humana en los problemas que la
salud, principal valor de la vida, y el sufrimiento marcan el tiempo y el espacio vital.
El prólogo es de Lucía Sabater y de él tomamos las siguientes frases: “Después
de leerme cada poema, he intuido que, tras muchos años de convivencia con su yo, hay
una pequeña queja hacia sus actos, un lamento que estará ahí, pero sin sufrimiento, sin
culpa”. Y más adelante: “Como hilo conductor, la mirada al pasado, lo que pudo ser y lo
que fue. Pero una mirada nostálgica, compasiva hacia su propia vida, una mirada
amable y algo satisfecha que se manifiesta en esa adoración a la familia”.
Es un libro extenso de 261 páginas y los poemas están escritos en valenciano y
en castellano. Ha publicado varios CDs en los que se recitan, con música, algunos
poemas. En el de la carátula que se acompaña, de 2007, hay 36 poemas recitados por 6
voces.
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