domingo, 4 de agosto de 2024

Y TÚ SABES MUY BIEN. (LA VIDA QUE VIVIMOS, Ole Libros, pág. 87)

 


Las vanguardias en poesía, y en general en las artes, vinieron para incrementar el proceso evolutivo de cualquier producción humana. Y se incrementaron extraordinariamente entre las dos guerras mundiales creando el caos; buscando una explicación a lo que estaba pasando.
Después de la tempestad viene la calma en todas las cosas de la vida, pero dejaron huella y demostraron que el espíritu humano está latiendo continuamente y se despierta cuando las calamidades adquieren un nivel espeluznante. Poco antes, el modernismo ya había supuesto una ruptura con lo tradicional y clásico. Y entre ensueños de todo tipo, la humanidad sigue buscando y buscando sin preocuparse de mantener algún recuerdo del pasado.
La pregunta que se me ocurre es si el cambio tecnológico va demasiado aprisa. La era industrial ya va quedando en el olvido. Dice Ionesco que “La cultura, la humanidad están en grave peligro”. ¿Será verdad?

Y TÚ SABES MUY BIEN,
mi querida Clotilde,
que, a veces, el afecto reinaba entre las flores.
Las ventanas abiertas mostraban las cortinas.
Hasta el alféizar
se plegaba el ardor de los quetzales
que habitaban en nidos de mieles convergentes.
“No te amo por el cielo
que tú me puedes dar
sino porque eres
la fuente del amor”
La risa de tu pecho se abría en azucena
esperando el candor impío de la noche
y tu encanto de estrella regalabas gozosa.
No importaba el ladrido de un perro callejero
ni los amores tristes de pasadas cosechas
(LA VIDA QUE VIVIMOS, Ole Libros, pág. 87)
Notas:
1- Los versos entrecomillados son de Johann Joseph Fux
2- La foto es del roble centenario de la rambla Carbonera a su paso por Los Ibarzos.

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