Flor en el agua (Lastura, 2018)
Introducción IV
En una tienda de FUJI para turistas |
IV
Los poetas se reunían para escribir
poemas largos, hechos a su vez, de breves poemas encadenados, a los que se
llamaba haikai renga y se los conocía
como una forma tradicional de poesía japonesa. Las sesiones de creación de los
poemas eran presididas por un haijin
(Haijines famosos
fueron, además de Basho, otros como Onitsura (1660 - 1738), Chiyo, una mujer (1701 - 1775),
Yosa Buson (1716 - 1784), Issa Kobayashi (1762 - 1826), Masaoka Shiki (1867 - 1902) y Santôka Taneda (1882 - 1940), que era el poeta de más prestigio en
el grupo o el anfitrión y el que iniciaba la ronda. Según especifica Rogelio
Rodríguez Cáceres (www.mundopoesía.com) no tiene por qué ser un virtuoso del
lenguaje ni pretender ser el creador «de su producción poética. Es consciente
de que hay algo superior a él, algo sagrado que, por el solo hecho de hallarse
inmerso en ello, tiene el deber de preservarlo del olvido, de rescatar esa
‘divinidad’ para el resto de los hombres». Hoy se encuentran numerosos grupos
de haijines que se reúnen fielmente,
conscientes de su trabajo, buscando la expresión justa para manifestar ese amor
a la naturaleza de manera tan ceremonial.
Rubio
opina que, sin saberlo, el poeta Sogi (1421 - 1502) fue el padre del haiku al impulsar
la tendencia hacia la autonomía de los tres primeras versos (hokku) del tanka. Posteriormente
comenzaron a escribirse de forma individual y aisladamente, coleccionándose en
catálogos ordenados según la estación del año a la que aludían, lo que se
reconocía merced al uso de determinadas palabras llamadas kigo de las que existían listas denominadas saijiki (ejemplos de
términos o frases que se refieren al tiempo: mariposa, pájaro rompiendo el
cascarón, lluvia, nieve, flor, flor de cerezo…).
Hay autores que
niegan estas procedencias y sitúan su origen en el siglo VIII en el que se
componían muchos poemas de 31 sílabas, en los que aparecía la Naturaleza como
objeto poético y de asombro frente a la misma, constituyendo un tipo específico
de espiritualidad acorde con el sintoísmo, religión oficial, como es sabido, de
Japón. Otomo no Yakamochi (718-785) recopiló la primera antología poética
japonesa compuesta de 20 libros, con el título de Manyoshu, que contenía: 265 chökas
(poemas largos generalmente escritos por hombres), 4207 tankas (preferentemente escritos por mujeres), 1 tarenga, 1 bussokusekika, 4 kanshi
(poemas chinos) y 22 pasajes de prosa también de origen chino. La temática de estos poemas se puede agrupar en tres
categorías: poemas de amor, elegías y miscelánea. De ese modo se
encuentran referencias a banquetes, fiestas, viajes o leyendas. Entre los
poetas destacados de esta antología se hallan, además del propio Otomo no
Yakamochi, Kakinomoto no Hitomaro (662-710), Yamanoue no Okura (660-733),
Yamabe no Akahito (700-736), y Otomo no Tabito (665-731),
padre de Yakamochi, considerados los cinco grandes hombres del Manyo.
Los
chokas eran una sucesión de versos de
5/7 sílabas que podían ser muy numerosos y se caracterizaban por no llevar
título ni rima consonante (podían llevarla asonante aunque no era corriente),
admitir recursos líricos y retóricos, y no tener límite de extensión. Terminaban
en katautas, poemillas de tres versos
de 5/7/7 ó 5/7/5 sílabas a modo de preguntas y respuestas, al parecer de origen
ritual, en el que se trataban temas amorosos y, en general, relacionados con la
vida o con los dioses. A veces establecían una relación amorosa hipotética
entre hombres y doncellas razón por la que podían contener un lenguaje críptico
para no ser descubiertos por los encargados de transmitir los mensajes. Como
extensión mínima debían contener, además del katauta como final, dos pares de versos de 5/7 sílabas cada uno.
Para
muchos estudiosos del tema, en el Manyoshu
se encuentra ya el germen del haiku,
utilizado por el budismo zen.
Cinco HAIKUS:
16
La tarde fría.
Nevando en la
montaña
la luna asoma.
17
Balanceándose
origamis al viento.
Vuela una
abeja.
18
Cae la lluvia.
Jilgueros y gorriones
bajo las hojas.
19
Papel
en blanco.
Un
lápiz en la mesa
resbala y cae.
resbala y cae.
20
Sólo una abeja
en piedras
calcinadas.
Bosque quemado.
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