PRESENTACIÓN DE “LA VIDA QUE VIVIMOS”
“La vida que vivimos” el libro que presentamos, es el número 10 del total
de poemarios publicados por nuestro autor. Son 174 páginas y 100
poemas. Y la verdad que no empieza muy bien, pues lo inicia co la frase
en inglés: life suchs o life is fucking shit (la vida apesta o la vida es una
puta mierda)… algunos viendo este comienzo seguro que cerrarían el
libro. Pero yo recomiendo que no lo hagan pues el Texto, creo, marca un
paso importante y diferencial en la creación poética de Vicente. Y luego
explicaré el porqué de esta singularidad. El libro está dividido en cuatro
partes a modo de discurrir vital (vida y poesía ya nos anuncia el autor),
llevando por título el nombre de las cuatro estaciones y 25 poemas en
cada una. Le precede una nota introductora, reflexiones sobre la vida, que
acompaña con otras páginas, un prefacio, centrado en la gran pregunta
QUÉ ES POESÍA que recoge lo que diferentes autores le han contestado
sobre ella, al propio Vicente en los numerosos actos del Ateneo de
Valencia (un total de 40, que va desde Ricardo Bellveser, José María
Álvarez, Bibiana Collado, Jaime Siles, Guillermo Carnero, o Carlos Marzal,
entre otros). Y lo cierra con Postfacio explicativo.
Adentrándonos en el texto, y como notas de mayor singularidad,
dos aspectos: por un lado citar que en cada poema y como parte de él, hay
versos de otros poetas (y son 100) así todos y cada uno, incluye un ya no
paratexto pues se convierte en el propio texto con la dificultad que esto
conlleva (las referencias de cada uno están al final bien detalladas). Y
como segunda y peculiar nota, su uniformidad dentro de la diversidad
estructural que recorre el libro. Lejos, pero no olvidado de la métrica
clásica que siempre acompaña al autor (todo está medido, ahora
incursiona en nuevas formas con poemas alineados a la derecha, estrofas
de combinaciones quebradas, versos monosílabos en cascada, versos con
interespacios muy largos dentro del mismo, otros muy cercanas al
caligrama, como también algunos versos monosílabos formados por la
unión de varias palabras como en LOS PRADOS MUESTRAN COLORIDO
INTENSO (PG.37) etc. Como digo, pues, toda una diversidad estilística
dentro de una unidad bien compactada.
Anoté en la primera lectura, dentro de las impresiones que percibo,
los términos, “Belleza y Verdad” y al verlo anotado ahora que estoy
escribiendo estas reflexiones se me vienen con cierta revelación de lo
leído, pues es la palabra llena de sentido, habitada por el autor y no vacía,la que reclama el interés del lector, pues la palabra como material de uso,
puede perder su significado cuando el escritor la repite como moneda de
cambio como mero enlace de frases ya dichas. Lejos de lo que aquí ocurre.
Pues aquí es la palabra cimiento en el que se apoya y levanta el poema.
Son estos, en su mayoría, los que nos invitan a una segunda lectura,
pues quizá en una sola no se aprecia toda la riqueza que esconden. Es más,
yo diría, al menos a mí me pasa, que cada uno de ellos reclama, como las
buenas canciones, un regocijo en sus versos, un quedarse en ellos, en su
música. En su decir, no solo pasar como calle de tránsito, sino quedarse
como plaza de encuentro.
Son cuatro estaciones que encierran una vida, 100 poemas en un
decir verdadero: Así en el bogar de LAS NUBES QUE AMENAZAN “… Y
volverán las nubes a llorar/con el perdón acuoso de su ira” y en LOS
PRADOS MUESTRAN COLORIDO INTENSO: “… Yo vi pasar el tiempo por mis
manos/y el núcleo de la rosa en mi ventana”
Vivir no es sobre-vivir, es bañarse en la luz de cada amanecer y
comerse a besos el día en sus momentos, yo he dicho en alguna reflexión
aforística y en la lectura del libro me reafirmo pues:
Vivir la vida no es pasar por ella y quizá como el poetizar, requiera
algo de sosiego, paciencia en la espera, nunca prisa (justo lo contrario de
lo que pasa hoy en día) y por supuesto una mirada reflexiva que te permita
desde el asombro y curiosidad necesaria, el gozo que te rodea. Este sería
la mirada de nuestro poeta, esto junto a una voz llena de verdad y belleza,
como he dicho. Elementos que se proyectan en cada poema de este libro,
libro que desde aquí invito a su lectura… y cierro con estos espléndidos
versos:
ARRUGANDO MI PIEL
“…Una luz
Recogerá tu sonrisa
Y será la cubierta del libro
Más hermoso que jamás existiera.”
Gracias Vicente, por el regalo de este nuevo libro.
Francisco Cejudo
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