sábado, 15 de agosto de 2015

VICENTE BARBERÁ ALBALAT




ANESTESIA

Mi cuenco de mendigar
ha aceptado
las hojas que han caído.
Santôca

En el barniz oscuro de la noche
presientes tu quejido tan inútil
porque ya las cortinas se han cerrado
mientras la luz se apaga lentamente.

Ese es el cruel silencio del quirófano
donde desaparece lo vivido
en el vuelo del tiempo y en la niebla
que humilla al resplandor de los recuerdos.

Tu cuerpo no te siente. Ya no existe.
Ha enmudecido en el desierto estéril
del olvido, los días y sus huellas.


Sólo al azar tu despertar se debe
si la suerte se alegra al contemplarte
y el reloj no detiene tu desahucio.

(De "De Amor y Sombras", 2014).

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