AUSENCIA
… a lo absoluto se llega por la desposesión, por el
ascetismo, y hay que ir dejando
quereres…
quereres…
GONZALO
ROJAS
Entro en mi casa (que fue nuestra).
Sillas y armarios solos,
en cuya soledad, vieja como el silencio, me reciben.
en cuya soledad, vieja como el silencio, me reciben.
Parece que me hablen y no entiendo su acento reposado.
Unos y otros me ven
no sé desde qué olvido.
no sé desde qué olvido.
Unas fotos encima de la cómoda,
enigma de impresencia, y la cama vacía
que parece mirarme consternada
dejando un abandono
intenso de ternura.
dejando un abandono
intenso de ternura.
Me asomo al mirador y observo al vuelo un atorado mirlo.Ya empieza a terminar la tarde
y pienso que la vida
se diluye a lo lejos del calor que aún desprende nuestro hogar
se diluye a lo lejos del calor que aún desprende nuestro hogar
con sus últimas brasas
que alimentaban besos de pasión.
que alimentaban besos de pasión.
¡Cuántos atardeceres contienen su ceniza!
Parece que llamen a la puerta.
Me asomo al quicio. Un golpe de aire solitario me saluda.
La soledad, mi piel, grietas en la pared,
mis sentidos despiertan.
mis sentidos despiertan.
Con la luz de una vela
camino al lado de mi sombra.
¡Solo!
Hace tiempo que espero tu regreso.
(Vicente Barberá Albalat)
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